Visiblemente quebrado por el dolor, Carlos Castillo atendió por teléfono a Primer Plano Online. Pidió hablar para dar a conocer su pesar por la muerte de su hija, la mujer policía que fue hallada sin vida en su casa del barrio Pompeya, en Merlo, y confronta con la versión oficial: no cree que la chica, de 28 años, se haya suicidado. No le cierra la historia que le contaron y pone el foco en el novio de la joven, también efectivo de la fuerza.
“Vino un patrullero el lunes (30 de diciembre) de madrugada acá a mi casa. Cuando los vi me imaginé que había pasado algo con mi hija, pero no esto. Pensé en un enfrentamiento o parecido, y que me venían a avisar. No me dijeron nada, me llevaban la conversación para otro lado. Me llevaron al Destacamento Pompeya y ahí, después de un rato, me dijeron que Florencia se había suicidado”, contó entre sollozos el papá de la joven agente.
“¿Un tiro en el abdomen? Es absurdo”, enfatizó el hombre que no logra contener su llanto a cada palabra que pronuncia. Según le indicaron en la dependencia policial fue su propio concubino, también oficial de la fuerza, quien la encontró en esa situación a las 12 de la noche de ese día, cuando regresó a la vivienda que compartían en la calle Catamarca al 1400. El cuerpo presentaba también cortes en distintas partes, que se intenta determinar si fueron autoprovocadas con un cuchillo casero.
Esa información no le cierra a Castillo padre, aunque la Jefatura de la Policía en Merlo afirma tener constancia de que el sujeto, identificado por fuentes de la investigación como Iván Gonzalo Romero, integrante del Comando de Patrullas de ese distrito, estaba participando de un procedimiento de rutina mientras ocurrió la muerte de la chica. De hecho, no está imputado al menos por el momento de ningún cargo vinculado al deceso.
Las dudas del papá de Florencia Castillo sobre el hombre que vivía con su hija
“Florencia vivía en un departamento en un inmueble donde delante de la casa de ella hay otros dos departamentos en los que viven familiares de él. El médico que revisó el cuerpo de mi hija indicó que la muerte databa de seis horas aproximadamente. ¿Nadie escuchó el tiro?”, se preguntó Carlos en la charla con este medio.
“Pongo las manos en el fuego: mi hija era incapaz de quitarse la vida. No tenía enemigos, era un canto a la alegría. Él, en cambio, tenía dos denuncias anteriores de parejas que tuvo y también tiene una denuncia hecha por mi hija en Asuntos Internos de la Policía por el hostigamiento que recibía de parte suya”, agregó el papá.
Florencia había también realizado una exposición a otra pareja que tuvo antes por violencia ante las autoridades ministeriales y logró que la justicia le imponga una restricción perimetral, que el hombre violó intentando ingresar a su casa. En esas circunstancias fue detenido y terminó exonerado de la fuerza. “Su actual pareja era tóxico con eso: con que ella era una arruina polis”, narró Carlos.
Contó, asimismo, que le había roto el celular y que usaban uno ambos “para poder controlarla”, y que incluso hubo episodios en que vieron testigos que la bajó de un móvil “de los pelos”. “¿Y me van a venir a decir que mi hija se pegó un tiro, que no tenía ganas de vivir?”, concluyó.
El caso fue investigado inicialmente por la fiscal Silvana Bonini, de la UFI Nº 1 de Morón, pero por una decisión de la Fiscalía General fue girada a la Nº 10, especializada en Violencia de Género e Intrafamiliar. Será la fiscal Paula Hondeville la encargada de esclarecer qué pasó con Florencia Castillo. El papá de la mujer policía fallecida prometió presentarse mañana lunes para conversar con la funcionaria.
