Calle Hidalgo, casi esquina Zapiola. La tarde del sábado estaba amenazante: se venía una tormenta de aquellas. Ideal para estar en casa y ni asomar las narices afuera salvo alguna obligación puntual. Eso fue lo que pasó con un vecino de la cuadra, que salió a la hora señalada y evitó un escruche en la vivienda de una familia de Castelar norte. La trama escondida del ataque: una mujer embarazada de ocho meses con una nena de dos años de su mano fue parte de la organización que planeó el golpe.
Al hombre, que dio aviso al 911 y evitó el delito, le llamó la atención la presencia de una camioneta Chery Tiggo mal estacionada casi donde finaliza la calle. No es un rodado de los que se ven habitualmente y, en tiempos de inseguridad candente, ese dato nunca es menor. Ese rodado estaba acompañado por un Chevrolet Agile, color rojo, y una moto que se ubicó entre ambos vehículos.
Sin ser explícito en su acción, el vecino se quedó oteando el panorama. Observó que de la moto bajaron los dos sujetos y se pusieron a conversar con la embarazada. Mientras eso pasada, del Agile se bajaron otros dos hombres con barretas en mano y forcejearon la puerta de entrada a la vivienda en cuestión, en la que pretendían ingresar. Es en esas circunstancias en la que el vecino llama al 911 y un móvil policial, que estaba cerca, acudió en pocos minutos.
Los ladrones que estaban ejecutando el barreteo de la puerta, al ver la llegada del patrullero de la seccional 7ª de Castelar norte, se subieron al auto rojo y huyeron, mientras la mujer con la prominente gestación en su vientre pretendió también desentenderse del hecho y comenzó a caminar hacia la otra esquina con la menor y su pareja. La Policía alcanzó a ambos y los condujo hacia la seccional.
Si bien el delito no se llegó a concretar, sí dos de las puertas de la finca fueron forzadas y abiertas, con lo cual el hombre quedó detenido. Ordenado un allanamiento fiscal en la vivienda de Ituzaingó que declararon el apresado y la embarazada, que quedó en libertad por su situación de salud (no hay riesgo de fuga) y por estar a cargo de la menor, la Policía encontró un inhibidor de alarmas y la llave de un auto con la marca Chevrolet.
Sorpresa: a media cuadra de la vivienda hallaron un Agile rojo, que estaba estacionado sobre la calle. Con la llave incautada en la vivienda, un efectivo policial intentó corroborar si abría y, efectivamente, era del rodado. Otro elemento más de prueba en contra de la pareja. La investigación continúa: hay dos personas al menos prófugas. La causa, investigada por la Fiscalía Nº 5 de Morón, quedó caratulada como robo agravado por fractura de puerta en grado de tentativa.
