Conmoción por el asesinato de una nena de once años que caminaba rumbo a la escuela. A Morena Domínguez la interceptaron dos motochorros en la vía pública y, en el arrebato para quitarle sus pertenencias, la menor golpeó su cabeza contra el asfalto, lo que provocó su deceso al rato, luego de descompensarse en el colegio.
El hecho ocurrió esta mañana, a las 7.20, en la calle Molinedo al 3200 de Lanús, en cercanías del establecimiento educativo Nº 60 de ese distrito. La chiquita, pese al brutal golpe que sufrió, llegó igual hasta la escuela, en donde se descompensó a raíz del impacto.
Una ambulancia que según testigos tardó 40 minutos en llegar la trasladó de urgencia al Hospital Evita de esa localidad, a donde falleció producto del un paro cardiorrespiratorio del cual los médicos que la asistieron no pudieron sacarla.
En medio de una fuerte conmoción pública que causó el caso, que es investigado por la fiscal Silvia Busano, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lanús-Avellaneda, el intendente interino de Lanús, Diego Kravetz, manifestó en sus redes sociales que el Municipio y la Policía están realizando un seguimiento de las cámaras de seguridad del barrio y alrededores para dar con los sospechosos.
“Cuando los malvivientes le sustraen el teléfono celular le ocasionan un golpe en la cabeza que la deja inconsciente, la ambulancia del SAME la intenta reanimar en el lugar y la traslada en estado crítico al Htal. Evita donde fallece 20 minutos después de haber ingresado”, tuiteó el funcionario.
En tanto, el precandidato a gobernador Néstor Grindetti por el bullrichismo, intendente en licencia de Lanús, también se expresó en sus redes sociales: “otro lamentable hecho de inseguridad que nos conmociona y nos entristece terriblemente. Mi acompañamiento a la familia de Morena. Está todo el equipo de seguridad del Municipio de Lanús trabajando para dar con los responsables”.
Ambos dirigentes decidieron suspender la campaña electoral rumbo a las primarias del próximo domingo. El caso no es más que otra muestra del descontrol que se vive en el conurbano en materia de inseguridad, que no es patrimonio de un color partidario sino que atraviesa a todas las clases sociales por igual.
Hay sectores políticos que, en contextos de fuerte conmoción, pretenden sacar ventaja manifestando indignación impostada. Cuando escupís para arriba cae siempre en el ojo: no falle. Y la gente sufre.