El gobierno municipal de Morón tiene la decisión tomada de avanzar con la regulación de los corralitos gastronómicos que permiten a bares y restoranes ampliar sus instalaciones hacia la vía pública.
Es un tema que divide opiniones en la política vernácula y en la sociedad y para el cual está prevista una audiencia pública en el Concejo Deliberante, en el cual se podrán expresar las distintas miradas previo estudio de caso por caso. Después llegará el tratamiento de una norma marco para que en el futuro esté claro cómo será la manera de habilitar o no la ampliación de este tipo de comercio.
Se trata de un fenómeno que llegó con la pandemia para darle un salvavidas a una de las actividades más golpeadas por la cuarentena y las restricciones impuestas por el Covid-19 y ahora pretende quedarse, pero con la respectiva regulación.
“Tenemos una ordenanza presentada hace un tiempo ya donde estamos regulando para adelante y convocando a los pocos emprendimientos que sucedieron para que tramiten la vía de excepción pertinente”, precisó el jefe de Gabinete comunal, Damián Aguilar, en conversación con Adrián Noriega en el programa periodístico Primer Plano por el canal Somos, de Flow.
El funcionario recordó que, por más que parezca una década, el último pico de contagios en la Argentina se produjo en enero pasado. Y que, en ese período, el Municipio otorgó excepciones al pago de obligaciones a comercios en 2020 y hubo una “atención particular” en 2021 para las actividades que estuvieron más afectadas por las restricciones.
Pero ahora es tiempo de comenzar de nuevo con la normalización tras superar la pandemia y eso es lo que buscan desde el Ejecutivo. De todos modos, está claro que, más allá de la voluntad del gobierno de turno, será el Concejo Deliberante el que votará o no la ordenanza que promueve la administración de Lucas Ghi, que no cuenta con mayoría de voluntades en el recinto, con lo cual la búsqueda de consensos es el único camino.
Las plataformas colocadas sobre la vía pública por comercios gastronómicos generan quejas de algunos sectores de la población. “A mí me gustan, sobre todo en el centro de la ciudad, donde hay que tender a ensanchar veredas y priorizar la vida peatonal”, había expresado el intendente Lucas Ghi hace algunas semanas.
De hecho, el mandatario también adelantó un proyecto para peatonalizar un sector de Castelar, para “jerarquizar el entorno comercial” aunque sin cortar el tránsito en su totalidad. Las calles involucradas inicialmente son Pompeya, Los Incas, boulevard Juan Manuel de Rosas y el corredor Balbín, que serían las cuatro arterias intervenidas con “una configuración urbana parecida”.
El jefe de Gabinete también narró que está previsto un nuevo encuentro para los próximos días con representantes de comercios y actividades productivas para perfilar, asimismo, una ordenanza para promover habilitaciones con beneficios fiscales ya sea para nuevas radicaciones como para aquellos que no tienen su respectiva habilitación con la finalidad de generar una “competencia justa” entre quienes cumplen las reglas y quienes están en proceso de hacerlo.