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miércoles, febrero 12, 2025
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Merlo: baleó a un barbero al que debieron amputarle un testículo, estuvo prófugo año y medio y cayó en la villa San Petesburgo

Un año y medio después del ataque que padeció, Pablo Romero tiene paz. “Somos muy creyentes y sabemos que Dios siempre hace justicia”, le contó vía WhatsApp a Primer Plano Online. Es que su verdugo, el delincuente que le causó un trauma que de a poco intenta superar, al fin está preso. Y con eso, empieza una nueva etapa.

Pablo estaba cerrando la barbería y peluquería que tiene en la localidad de Mariano Acosta, en Merlo, el 2 de marzo de 2020. La pandemia era algo que parecía lejano, de lo que aún no se hablaba mucho en estas latitudes. Estaba con su esposa, embarazada, y su nena de seis años. También lo acompañaba su papá cuando fue abordado por un delincuente.

“Estaba cerrando, mi familia estaba afuera y como tengo persiana ciega, salgo por el fondo. Yo escuché y pegué toda la vuelta, y cuando me vio venir me disparó a quemarropa sin mediar ni una palabra, ni una voz de alto ni nada, directamente me disparó”, recordó el barbero.

El ladrón, un joven del barrio, les sustrajo pertenencias, entre ellas los celulares. El balazo a Pablo le ingresó por el testículo derecho y salió por el muslo izquierdo. Cuando el ladrón escapaba del local luego del violento ataque, un vecino observó que el sujeto pasó corriendo por la vereda de su casa y perdió algunas de las cosas que tenía en su poder. Cuando salió a la puerta el joven se había ido y dejó tirado lo que se le cayó.

Ese vecino fue clave, dado que reconoció al delincuente con nombre y apellido. Lo más impactante: vivía a dos cuadras de la barbería que atacó. Sin ningún tipo de código ni de respeto por su propio barrio. Hubo otro dato saliente en la investigación, y es que hasta el padre del acusado se acercó a Pablo a reconocer que había sido su hijo quien le disparó y le pidió disculpas.

“Hicimos varios allanamientos en distintos domicilios de Merlo pero no lo podíamos encontrar. Hace un tiempo surgió el dato de que podía estar en la villa San Petesburgo, de La Matanza, y lo logramos capturar”, precisó a Primer Plano Online una fuente judicial vinculada al caso.

Las tareas de seguimiento encubierto estuvieron a cargo de agentes de la DDI Morón, que ayer realizaron el procedimiento ordenado por el Juzgado de Garantías Nº 2 de Morón a solicitud de la UFI Nº 05, bajo la órbita de los fiscales Marisa Monti y Claudio Oviedo.

Así lograron la captura del acusado, que estaba escondido en la casa de la novia con tres menores hijos de su pareja. Se trata de Lucas David Ruiz (29), quien enfrenta cargos por robo agravado por el empleo de arma de fuego, portación ilegal de arma de fuego y homicidio agravado criminis causae en grado de tentativa. Varios años tras las rejas lo esperan.

Como consecuencia del ataque, Pablo perdió un testículo, pero fue operado por los profesionales que lo asistieron en el hospital Héroes de Malvinas, de Merlo, a quienes les agradece porque no solo le salvaron la vida sino que con su mano científica lo curaron de tal forma que podrá volver a ser papá si se lo propone.

“Cuando recibí el disparo me llevaron de urgencia. Tenía muy afectada esa zona, tuve riesgo de perder el miembro, pasé mucho dolor y tenía todo muy morado. Me operaron, y estuve más de dos semanas drenando sangre, con pañales por la sangre. Me tenían que ayudar a cambiarme y demás. Fue todo muy feo, mi nena estuvo muy traumada también”, recordó el peluquero.

A diferencia del drama económico que implicó para mucha gente la cuarentena, a Pablo le llegó fenómeno para hacer reposo y poder recuperarse. Es que todavía recuerda las palabras de los médicos, que definieron como “un milagro que la bala no me haya matado o tocando partes más delicadas todavía, por el recorrido que tuvo”. “Que lo hayan detenido nos devuelve la paz y la tranquilidad como familia”, concluyó.

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