Con la mirada puesta en el partido de este domingo a las 17.15 frente a Deportivo Madryn, el primer equipo del Gallo realizó su último entrenamiento en el Nuevo Francisco Urbano. Después de ducharse y almorzar partieron rumbo a Aeroparque para abordar el avión de la empresa Flybondi que despegará a las 18 y los trasladará a la provincia de Chubut para jugar el decisivo partido por la revancha de las semifinales del Reducido que otorga el segundo ascenso a la Liga Profesional.
La hinchada de Morón convocó a un banderazo que tuvo lugar hoy a las 14 con el objetivo de manifestar su apoyo incondicional al equipo y al cuerpo técnico, en medio de la conmoción que provocó la escandalosa sanción de AFA al entrenador, Walter Otta.
Sumándole una pizca extra de pasión a la habitual (si eso fuera posible acaso), unos 3.000 hinchas se congregaron en lo que fue una verdadera fiesta rojiblanca que escoltó al micro que trasladaba a la delegación. Abundaron los cantos contra la AFA, pero sin dudas lo que primó fue el aliento para los jugadores y el más vitoreado fue por lejos Walter Otta, el DT que fue suspendido por 30 días por “presuntas declaraciones” contra la cúpula de la casa mayor del fútbol argentino, que claramente, nunca realizó. La sanción le significa no poder estar en el campo de juego ni en el vestuario durante el encuentro de mañana: permanecerá en el sector asignado para los directivos y allegados del club.
La delegación oficial del Deportivo Morón está compuesta por 50 personas entre jugadores, cuerpo técnico, colaboradores y dirigentes que se alojarán en el hotel Rayentray de la capital chubutense a la espera del partido.









