La factura del frigorífico Onetto, ubicado en la calle Solís de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue la punta de lanza para descubrir una enorme cantidad de dosis de vacunas vencidas: son, en total, 12 millones de antigripales y 600 mil de la triple bacteriana, que van a ir a parar a la basura.
Esas vacunas le habían costado al Estado, en su momento, más de $1400 millones, según se informó desde la cartera sanitaria. Pero como no fueron distribuidas a la población por las anteriores autoridades se vencieron y ya no sirven. Ahora, el gobierno debe pagar lo adeuda para con el lugar que las mantuvo, y debe llamar a licitación internacional para su destrucción, dado que en la Argentina no hay tecnología para desecharlas.
⚠️[ALERTA VACUNAS VENCIDAS]
Ginés González García: "Durante 2018 nunca se distribuyeron a las provincias"👉Seguí toda la información en https://t.co/3OmDN6iKre pic.twitter.com/459Bf1xSfm
— A24.com (@A24COM) August 19, 2020
“Las vacunas que encontramos representan la negligencia sanitaria que los argentinos y argentinas tuvimos que soportar los últimos cuatro años. 12 millones de vacunas que significaron un gasto más de 1.400 millones de pesos. Algo inentendible que denunciaremos ante la justicia. Hoy estamos resolviendo un problema que nos duele”, señaló el ministro de Salud, Ginés González García.
Cuando el funcionario fue consultado sobre los motivos por los cuales no se distribuyeron las vacunas, pidió a los periodistas que les pregunten a las anteriores autoridades “que se la pasan todos los días en televisión explicando lo que hay que hacer y dándonos consejos”, aunque de inmediato soltó: “en el fondo, fue un gobierno (el de Macri) al que no le importó la gente”.