Liberaron por falta de pruebas a los dos primeros detenidos que tuvo la investigación por el crimen del colectivero Daniel Barrientos en Virrey del Pino.
El fiscal Gastón Duplaá decidió no solicitar al Juzgado de Garantías interviniente la prisión preventiva de Alex Gabriel Barone (19) y Gabriel Alejandro Barone (24), quienes de este modo recuperaron su libertad, aunque no quedaron desvinculados del proceso.
Como informó Primer Plano Online, la semana pasada habían sido favorables a ambos los resultados negativos del barrido electrónico realizado para conocer si en sus manos había restos de pólvora y el ADN en el arma incautada en el lugar del asesinato.
Esa última prueba fuentes judiciales describieron que “no se pudo hacer cotejo de ADN sobre el arma dado que no estaba en condiciones el arma, que estaba mojada cuando se secuestró”. De este modo, lo único que estaba en contra de ambos era el reconocimiento en rueda hecho por dos testigos presenciales del sangriento episodio, ocurrido a bordo de un interno de la línea 620.
En tanto, permanecen detenidos otros tres sujetos acusados de ser los autores del robo del auto con el que los asesinos llegaron hasta el lugar del crimen y en el que luego escaparon. Esa línea investigativa es la que se intenta profundizar para llegar a los autores materiales.
“En la familia hay una sensación de bronca e impotencia, pero no porque salieron estos dos muchachos (los Barone), que si no tienen nada que ver no tienen nada que ver y punto. La bronca es porque no hay detenidos por el crimen. Yo confío, de todos modos, que se profundice la investigación”, señaló a Primer Plano Online el abogado Alfonso Franze, representante legal de la familia del chofer asesinado.
El homicidio de Barrientos (55) ocurrió el pasado 3 de abril minutos antes de las 5 de la madrugada cuando dos delincuentes abordaron el colectivo que conducía en la parada ubicada en el cruce de Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza, en Virrey del Pino.
Bajo amenazas con armas de fuego, los delincuentes le robaron la mochila a una pasajera y luego dispararon contra el chofer indefenso, a pesar de que este no ofreció resistencia. Mientras Barrientos murió sentado al volante de su unidad, un efectivo de civil de la Policía de la Ciudad que estaba entre los pasajeros extrajo su arma reglamentaria y se enfrentó a tiros con los asaltantes, que escaparon.
En el lugar se realizaron 16 disparos y una cámara de seguridad registró cuando los ladrones huyeron corriendo hasta el cruce de una calle en la que se presume los aguardaba un Fiat Siena en el que finalmente huyeron y luego apareció prendido fuego.