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domingo, diciembre 8, 2024
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La vacuna rusa y esa necesidad de intentar mostrar que todo está mal, más allá de los errores del gobierno

«Hay una absoluta distorsión de la traducción». El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, le puso palabras a lo que sucedió esta mañana, cuando estalló en la Argentina la noticia con declaraciones del presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin.

El mandatario había dicho en una conferencia de prensa que no se vacunó aún porque el medicamento todavía no está recomendado para que se aplique en mayores de 60 años. Justamente, el concepto “todavía” implica que no está terminada la fase de prueba para ese grupo etario, el más expuesto a los peligros del coronavirus, además de quienes tienen patologías preexistentes.

Pero hay otro detalle. Lo que dijo Putin fue traducido tal cual al castellano por el periodista Nicolás Trinchero, presentador argentino de la cadena de televisión internacional RT con sede en Moscú. Según el comunicador, la frase textual del presidente ruso fue la siguiente:

https://youtu.be/S3ZQbIb7ZX0

«Los expertos nos dicen que las vacunas que hoy en día entran en circulación se proporcionan a los ciudadanos de una determinada categoría de edad. Y para personas como yo (Putin), las vacunas aún no han llegado. Repito una vez más, soy una persona bastante respetuosa de la ley en este sentido, escucho las recomendaciones de nuestros especialistas, y hasta ahora no me he vacunado, pero definitivamente lo haré», dijo Putin. 

Eso no significa que la vacuna que elaboró aquel país, y que es la más próxima que tiene la Argentina, no sirva para mayores de 60 años. Implica, en rigor, que se está terminando de analizar para su aprobación, que estaría lista el próximo 30 de diciembre. «La vacuna Sputnik V es muy segura. Ni bien se publiquen los resultados en mayores de 60 años será autorizada. Estamos convencidos de que la Sputnik V será aprobada de emergencia porque es muy buena», analizó el ministro de Salud bonaerense.

Lo más impactante del caso es el regocijo de infinidad de medios de comunicación y de personas que salieron a celebrar lo que pareció un contratiempo del gobierno nacional en la llegada de la única esperanza firme para terminar con la pandemia. Es decir, festejaron el supuesto revés, que la apuesta sanitaria haya fallado y que no habrá vacunación. Así, como se lee: tan miserable como eso.

El gobierno nacional no ha podido desplegar su potencial por la emergencia a raíz del Covid-19, que puso patas para arriba el sistema económico universal. El primer año de gestión estuvo atravesado por la pandemia, nadie puede negarlo. Pero además de los problemas propios y del frente externo, la comunicación fue de lo peor que tuvo. Llegó siempre atrás de los acontecimientos y cuando pretendió anticiparse debió dar marcha atrás.

O tendrá que cambiar a las personas encargadas o deberá modificar usos y costumbres. Pero los medios, de una vez por todas, también deberían hacer una reflexión profunda sobre lo que transmiten y cómo lo hacen, jugando permanentemente con el humor social. Que viva la libertad de prensa, al igual que la necesidad de hacer del periodismo el oficio noble que es.

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