Un trabajo articulado entre la Justicia Federal de Morón y la Dirección de Automotores de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Policía bonaerense permitió desarticular una temible banda delictiva que operaba en zona oeste y a la que se le atribuyen 10 robos de vehículos por día, 300 al mes y un promedio de 3000 unidades en lo que va del año desde que se inició la pesquisa, en abril pasado.
Siempre según la información aportada por fuentes judiciales y policiales consultadas por Primer Plano Online, los asaltos cometidos por los integrantes de la organización eran violentos, con armas de fuego, y mayormente ocurrieron en La Matanza, Morón, Merlo y Moreno. Los rodados eran trasladados a cocheras y depósitos situados en la región (hay en la causa incluso un domicilio de General Rodríguez) para enfriarlos, confirmar que no tuvieran rastreador satelital y sacarlos de la órbita de búsqueda policíaca.
Los cabecillas de la estructura criminal pagaban entre $1.200.000 y $1.500.000 por cada auto, mientras que por las camionetas el valor ascendía a $3.000.000. Una vez enfriados les cambiaban la documentación y los llevaban a la provincia de Misiones con identificaciones apócrifas para su desguace o su venta en agencias del automotor. Otra opción era cruzarlos a países limítrofes como ser Paraguay, Bolivia y Brasil: los comercializaban en la frontera a valores de entre 5.000 y 8.000 dólares dependiendo la unidad.
“La investigación arrancó en La Matanza, en donde operaban los jefes de esta asociación ilícita, con otro de los cabecillas radicado en Misiones. Desde La Matanza se coordinaban los robos, mientras que la estructura contaba con soportes en Hurlingham y en Caseros que se dedicaban a hacer las falsedades documentales. De ahí viajaban los autos a Misiones. En una ocasión uno de los jefes iba manejando, fue detenido en un control en Entre Ríos, se descubrió que el auto tenía documentación trucha y quedó detenido allí. Por eso la banda cambió de operatoria y empezó a trasladarlos en containers”, detalló una fuente con acceso al expediente en trámite.
Autos en containers y 55 allanamientos
Otra de las formas que se descubrió sobre la operatoria es que kilómetros antes de llegar a un control en la ciudad de Gobernador Virasoro, en Corrientes, los autos eran bajados de los containers y pasaban andando como cualquier otro. “Si no, al ingresar a Misiones era pesada la carga y saltaba que trasladaban un rodado escondido”, detalló el vocero. El sujeto detenido en Entre Ríos seguía coordinando la estructura con un celular desde la cárcel.
A partir de los elementos reunidos, la jueza Alicia Vence, a cargo del Juzgado Federal Nº 3 de Morón, y el titular de la Secretaría Nº 11, Leonardo Cano, dispusieron la realización de 55 allanamientos en La Matanza, Morón, Moreno, Escobar, General Rodríguez, Hurlingham y Tres de Febrero; en la provincia de Corrientes; en una unidad penitenciaria de Entre Ríos y en Misiones, lugar de destino final de los autos antes de su reinserción en el mercado.
Hay en total 16 detenidos, que quedaron a disposición de la justicia en orden a los delitos de asociación ilícita, encubrimiento agravado por el ánimo de lucro, falsificación de documento público, robo y tenencia ilegal de arma de guerra, además de contrabando. En los procedimientos incautaron también un total de 19 vehículos, de los cuales 6 tenían pedido de secuestro activo; 127 celulares; 4098 autopartes también con orden de ser secuestradas y un total de siete armas.
Los jefes de la organización fueron identificados por las fuentes como Jonathan Abel Díaz, alias ‘Jony’, e Iván Gabriel Galán, conocido como ‘Memeco’, que es el detenido en Entre Ríos. Según lo descripto por los investigadores, eran ellos quienes reclutaban a los “pistoleros”, quienes se dividían en varias células de cuatro o cinco integrantes. A esos malvivientes, que luego cometían los robos tipo piraña que son moneda corriente en el conurbano, les pagaban por cada auto que robaban.
Hay otros nombres entre las personas detenidas tales como Julieta Tais (pareja de Jony), y los falsos gestores identificados como Juan Diego Botron, alias ‘Viejo’; sus hijos Walter Juan y Diego Fernando y Gastón Norberto Garraza, dedicados a la adulteración de la documentación y a tercerizar en otros malvivientes la sustracción de las chapas patentes originales para que esos vehículos puedan ser “lateados” y cruzados por rutas nacionales.