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martes, julio 15, 2025
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La habilidad al volante de un conductor frustró una salidera bancaria en Castelar

Como ocurrió en los dos casos anteriores en Ituzaingó, el cliente tuvo que avisar un día antes al gerente de la sucursal del Banco Macro para avisar de la operación que iba a realizar. Cuando llegó a la entidad lo tuvieron una hora y media esperando para entregarle el dinero. A las dos cuadras, con un culatazo le reventaron el vidrio trasero de la camioneta.

Otra salidera bancaria en la región oeste vuelve a poner en debate el protocolo que utilizan las entidades financieras para entregar dinero a sus clientes, que deben avisar con por lo menos 24 horas de antelación para poder asistir personalmente a realizar la extracción y terminan siendo carne de cañón de la delincuencia.

En este caso fue G., un comerciante que dialogó con Primer Plano Online para detallar lo que le pasó luego de retirarse de la sucursal del Banco Macro (ex Itaú) ubicada en Santa Rosa al 1600, de Castelar norte, a tan solo 100 metros del Banco Santander (ubicado sobre la misma avenida pero de la mano de Ituzaingó) donde se registraron dos episodios similares en los últimos 15 días. Pese a que se había comunicado el día anterior con la gerencia de la institución para solicitar el monto que finalmente retiró, cuando llegó tuvo que aguardar una hora y media para ser atendido.

Llegué a las 14 y me informaron que tenían que esperar por una validación. Así me tuvieron hasta las 15.30 para entregarme el dinero. Había estacionado en el banco, volví a la camioneta y arranqué, siempre mirando para todos los costados”, describió la víctima en conversación con este medio. No observó nada extraño más que un supuesto delivery, que estaba enfrente de la entidad bancaria mirando hacia el lugar desde el cual G. salía.

Cuando tomó Santa Rosa en dirección a Acceso Oeste, luego de dos cuadras notó que lo seguían dos motos con tres personas a bordo, con conductores que tenían una característica llamativa: la cara tapada. Faltaban 200 metros para llegar a la autopista y la víctima observó todo por el espejo retrovisor que uno de los motoqueros le golpeó la pierna a su acompañante.

“Fue la indicación. Bajó corriendo, se vino hacia mí y aceleré de inmediato. Ahí me pegó un culatazo que reventó el vidrio de trasero del lado del conductor”, contó. El comerciante huyó por la mano contraria de la mencionada avenida, llegó a la autopista y consiguió escapar del robo.

El protocolo bancario bajo la lupa

Según contó G., zafó del robo porque estaba atento y pudo alejarse en el momento del ataque. Y todavía conserva sospechas sobre el personal de la sucursal bancaria: “salimos dos personas al mismo tiempo del banco y me buscaron a mí. Encima me agarraron media hora después del cierre. ¿Me van a estar esperando a mí?”, se preguntó el comerciante.

Salidera bancaria en Morón
Así quedó el vidrio trasero del lado del conductor: la maniobra del comerciante evitó el robo

El muchacho pudo conversar con el gerente de la entidad para contarle lo que le había pasado, y recibió como respuesta la invitación para hacer la denuncia correspondiente. Luego conversó con el titular de la comisaría 7ª de Castelar norte, quien le pidió que se acerque a dejar plasmado la situación que vivió. Sin embargo, “estuve una hora en la seccional y no me atendieron, así que me fui porque tenía que seguir trabajando”.

¿Por qué fue a retirar el dinero? “Era para pago a proveedores. A veces abonando en efectivo se consigue mejor precio”, reflexionó G. en conversación con Primer Plano Online. El comisario se volvió a contactar con él y le aseguró que iban a actuar de oficio para investigar lo ocurrido. “El protocolo de avisar antes para retirar dinero habría que revisarlo. Lo que me respondieron cuando planteé esto es que la solución sino es ir a la casa matriz”, concluyó el comerciante.

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