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domingo, octubre 6, 2024
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La declaración de los hermanos Bigolín reabre el debate sobre la justicia por mano propia

Matías y Lucas se entregaron a la justicia luego del crimen de Federico Córdoba, al que persiguieron por varias cuadras tras encontrarlo con intenciones de robo en el patio delantero de la vivienda de la calle Peredo al 1500. Por ahora ambos enfrentan cargos por el delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con portación ilegal de arma de guerra.

EXCLUSIVO: la declaración de los hermanos Bigolín ante la justicia deja en claro cuál fue la mecánica del hecho ocurrido hace exactamente un mes en Ituzaingó en el que fue asesinado Federico Córdoba en un caso que causó conmoción en la opinión pública y que esta semana se reavivó a partir de la entrega de los acusados y del crimen de Ariel Charrute, el mecánico que persiguió a dos motochorros y murió tras recibir un balazo en la cara gatillado por los delincuentes.

Como sea, son dos casos con resultado inversamente proporcional de una situación que se extiende en el conurbano y que despierta alarma en las autoridades políticas, policiales y judiciales: la justicia por mano propia frente al avance del delito. En uno de los hechos el que terminó muriendo fue un presunto ladrón; en el otro un vecino solidario que quiso ayudar a una víctima. En el medio, un debate que atraviesa e interpela a la sociedad en su conjunto.

Para la investigación que lleva adelante la fiscal María Laura Cristini, de la Fiscalía Descentralizada Nº 2 de Ituzaingó, el caso que protagonizaron los hermanos Matías y Lucas Bigolín está esclarecido. Aquella tarde del 28 de agosto pasado, cerca de las 18, los acusados siguieron por varias cuadras a Córdoba luego de que el primero de los nombrados (Matías) encontrara en el patio delantero de su casa de la calle Peredo al 1500 al joven luego asesinado, quien hizo el ademan de mostrarle un arma de su cintura.

Ante los gritos de Bigolín, Córdoba fugó corriendo del lugar y fue seguido por el dueño de la casa a bordo de su VW Passat negro por la calle Concejal Sequeira en dirección a Camerucci. A esa persecución se sumó Lucas, quien viajaba en una moto FZ de color roja. Al llegar a la intersección de San Fernando y 26 de Abril, un disparo ejecutado “a pocos metros de distancia” según consta en el expediente. El proyectil “ingresó por la región occipital y salió por la región frontal de su cabeza” de la víctima fatal, lo que provocó su muerte pocas horas después en el hospital Posadas, al que fue derivado en ambulancia.

LA DECLARACIÓN DE MATÍAS BIGOLÍN

Según lo que expuso Matías Bigolín ante la fiscal que investiga el caso, aquella tarde “estaba llevando a mi nene a fútbol por Peredo y me encuentro a éste pibe (por Córdoba) adentro de la casa”. “En eso mi señora baja y empieza a los gritos. Ahí este pibe se levanta la campera que tenía y le muestra un arma. Abro la puerta del auto enseguida, el pibe se trepa al paredón pasando a la casa de al lado y salta el portón hacia la vereda. Yo intenté agarrarlo contra el alambrado, cosa que no logré. Hizo rapidísimo, lo quiero correr, hice 5 metros y se me escapó, se me fue. Ahí salgo de mis cabales, me enceguecí a correrlo”, indicó en su testimonial ya detenido tras entregarse.

Crimen en Ituzaingó
Los hermanos Bigolín ya están a disposición de la justicia, que había pedido la captura de ambos

Después de narrar una persecución que duró varios minutos a la que se sumó su hermano Lucas, y en la que casi choca a ambos entre las maniobras que realizó para alcanzarlo, reveló que en un momento logró pasarlo y frenó para bajarse del auto que manejaba. “Casi llegando a la esquina siento una explosión. Me paralicé y volví corriendo al auto para volver a mi casa. Discutí con mi señora porque estaba con los nenes arriba y no me di cuenta”, señaló.

Después de eso se enteró que “estaban diciendo que maté a un tipo y nada que ver, yo no había matado a nadie”. “Me asusté, me sentí presionado y me fui. Yo me enceguecí por los problemas que están ocurriendo. Yo ya había corrido a dos chorros que aparentemente estaban robando y los agarré en otro hecho. Lo vi fácil, a querer correr a este pibe, como agarrar a otro chorro más”, completó Bigolín.

LA REFLEXIÓN DE UN FISCAL DE MORÓN SOBRE LOS CASOS DE JUSTICIA POR MANO PROPIA

Según sus palabras, Córdoba estaba a punto de robar una bicicleta cuando lo vio. “Me quise hacer el policía, solamente eso. Se me sumaron un montón de cosas de querer agarrar un chorro. Mi única intención era que lo metan preso”, concluyó. Tras su declaración quedó a detenido por disposición del juez de Garantías Marcelo Manso, del Juzgado de Garantías Nº 4 del Departamento Judicial Morón, acusado del delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con portación ilegal de arma de guerra.

QUÉ DIJO SU HERMANO LUCAS

Por consejo de su abogado defensor, Rodrigo Tripolone, Lucas Bigolín se negó a declarar. En principio, es a quien se ve en las imágenes del hecho con el arma en mano y quien habría sido el autor del disparo mortal. Pero todo eso está por verse. Ahora la fiscal tiene 30 días para pedir la prisión preventiva de los dos hermanos o analizar qué temperamento adopta con Matías, el primero de los acusados, quien aseguró que él no disparó.

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