El juicio por el crimen de Alejo Ipuche entró en su recta final y sólo resta conocer cuál será el veredicto del Tribunal Oral Criminal Nº 5 de Morón. El debate oral y público que Primer Plano Online cubrió en exclusiva permitió conocer la mecánica del asesinato, quiénes fueron sus autores y la manera en que los descubrieron. Pese a la confesión de ambos de haber participado en el ataque, el pedido de condena fue diferente, debido a que ninguno aceptó haber sido quien apretó el gatillo.
En la tercera y última audiencia se escuchó la declaración de un taxista de la parada de trenes de San Antonio de Padua, en Merlo, que está ubicada sobre la dársena del transporte público, a escasos metros donde ocurrió el homicidio. Su testimonio fue otro de los elementos clave reunidos en el expediente: es que el hombre vio toda la secuencia que terminó con el homicidio.
Como había contado este medio, ese trabajador tuvo que ser buscado con la Policía, ya que no había concurrido a la jornada en la que le tocaba hablar ante los jueces Marcos Lisa, Rodolfo Castañares y la jueza Julia de la Llana. Sentado frente al tribunal ratificó todo lo que dijo en la instrucción. Según había trascendido, sentía temor de declarar lo que había visto en la madrugada del 2 de enero de 2020. A punto tal fue así que pidió brindar su relato sin público, y fue escuchado por los magistrados, la magistrada, el fiscal y los abogados de las partes. El resto de las personas que sigue el juicio fue desalojado de la sala Fermín Parera.
Después llegó el tiempo de los alegatos. Allí la primera que se expresó fue la mamá de Ipuche, Alejandra Rombiola, quien pidió la palabra en su rol de particular damnificada y querellante. La mujer, en medio de un llanto desgarrador, le pidió al tribunal la pena máxima para los autores del crimen. Su frase “a mi hijo lo fusilaron”, pronunciada entre lágrimas, atravesó las paredes.
En cuanto a los montos de las condenas, el fiscal Horacio Vázquez solicitó prisión perpetua por homicidio agravado criminis causa, robo agravado por el uso de arma de fuego y encubrimiento para Ignacio Nardi Pons, y para Gonzalo Aquino 15 años de cárcel por el delito de robo con homicidio resultante y coautor de robo y encubrimiento. El abogado de la familia Ipuche, en tanto, coincidió con el monto solicitado para Nardi Pons y elevó a 20 años el planteo sobre Aquino.
Como informó este medio, ambos reconocieron haber sido quien aquella trágica jornada abordaron a Alejo con intenciones de robarle la moto en que la víctima circulaba. La confesión de ambos, de todos modos, no fue completa. Los dos negaron haber sido quien disparó: en ese ítem, sólo Aquino acusó a Nardi Pons de haber gatillado. Para el fiscal “está comprobado” que ambos fueron los atacantes de Alejo.
Tanto la investigación previa como el juicio permitió demostrar que ambos salieron de una vivienda de Marcos Paz en moto, en el trayecto se cruzaron con la víctima, a quien amenazaron, persiguieron, despojaron de su moto y luego asesinaron de dos disparos. Todo eso quedó probado a través de lo observado por las cámaras de seguridad, lo que declararon los testigos y lo que aceptaron ambos acusados ante el tribunal.
Otro elemento que valoró el fiscal fue el testimonio del policía Eduardo Mamani, perteneciente al Comando de Patrullas de Merlo, quien enfrentó a los asesinos y se tiroteó con ellos. Para el funcionario judicial esa narración “fue importante” porque reveló cuál fue el rol de Nardi Pons y Aquino aquella noche. También destacó el trabajo del operador del Centro de Monitoreo de Merlo para el esclarecimiento del crimen, pese a que en ningún momento a los asesinos se les pudo ver la cara.
La frase de la mamá de Alejo Ipuche a uno de los asesinos de su hijo: “jamás te voy a perdonar”
Otro hecho fundamental, “el más relevante de todos”, según el fiscal, fue lo aportado por la persona que es familiar de Aquino y que, con su testimonio, permitió el arresto del joven, que le había contado cómo habían sido los hechos. Fue la familia del asesino quien decidió llevarlo a un tambo en Verónica, partido de Punta Indio, donde lo arrestaron medio año después.
En cuanto a las defensas de los acusados, el abogado oficial de Aquino pidió disculpas a la familia Ipuche, consideró que su cliente no tiene antecedentes penales y que su pecado fue “frecuentar jóvenes de mal vivir, con autos y motos de mucho valor, hasta exóticos”, e indicó que su accionar fue para “tener lo que los otros tenían”. En su caso el pedido de pena fue de diez años.
La defensa de Nardi Pons, en tanto, subrayó que los videos no alcanzaron a determinar quién disparó, reconoció que su defendido estuvo en el hecho porque incluso hasta él mismo lo confesó, y que el arma homicida nunca fue encontrada. También cuestionó la figura del criminis causa, que en su mirada sólo se puede aplicar cuando se demuestra que se mató para tapar otro delito, por lo cual a su asistido le cabe “el beneficio de la duda”.
Los otros dos imputados, Marcos Ríos y Facundo Barbieri fueron absueltos y quedaron definitivamente desvinculados del crimen de Alejo. Ahora sólo resta saber el veredicto del tribunal, del que informará Primer Plano Online el detalle cuando se conozca, como es costumbre de este medio.