“Gonzalo Aquino: jamás te voy a perdonar. Vos sabías lo que ibas a hacer esa noche”. Las palabras de Alejandra Rombiola, mamá de Alejo Ipuche, el joven asesinado por motochorros en San Antonio de Padua durante la madrugada del 2 de enero de 2020, fueron una sentencia. Se oyeron en la segunda jornada del juicio por el brutal crimen que se lleva adelante en los Tribunales de Morón.
“Yo estaba manejando la moto. Lamento lo que sucedió pero no disparé, sólo manejaba”, reveló el sindicado como autor del crimen junto a Ignacio Nardi Pons, quien en la primera audiencia también había reconocido su participación en el hecho aunque aclaró que él tampoco fue quien apretó el gatillo. Los otros dos imputados son Facundo Barbieri, dueño de la casa de la que salió primero y luego fue hallada la moto en la que se movilizaban los asesinos, y Marcos Ríos, aunque este último no por el homicidio sino para determinar su vinculación a la banda a la que también se la acusa de un escruche en una vivienda de Ramos Mejía. De hecho, ayer estos dos no fueron al debate.
La primera persona en declarar ayer fue quien está incorporada en el expediente como testigo de identidad reservada. Pidió hacerlo sin público presente y sin la presencia de los dos imputados porque es familiar de Aquino y resultó clave para su detención. Al hablar ratificó todo lo que el día anterior la mamá de Ipuche había señalado sobre cómo se fugó el imputado. Incluso hizo referencia a las amenazas que sufrió por parte del entorno del asesino para que no se presente en la justicia.
Posteriormente, el Tribunal Oral Criminal Nº 5 de Morón, presidido por el juez Marcos Lisa e integrado también por sus pares Julia de la Llana y Rodolfo Castañares, dispuso que se exhiban las imágenes de tres cámaras de seguridad ubicadas a pocos metros del lugar del hecho. Papá y mamá de Alejo no quisieron presenciar ese momento del juicio: “no queremos ver cómo mataron a nuestro hijo”, se excusaron Juan y Alejandra, unidos en la búsqueda de justicia.
En las cámaras se ve cómo Ipuche transitaba con su moto en el sentido Ituzaingó-Merlo, a la altura de la estación de San Antonio de Padua. Era la 1.42 de aquel 2 de enero cuando en Rivadavia, casi esquina Directorio, los dos motochorros se acercaron a él y le hicieron un ademan con un arma en la mano. Ipuche se tira a un costado, frena de golpe y tira su moto al suelo. Se aleja unos pasos y se lo ve caer. El acompañante se baja de su rodado, intenta llevarla pero como no arrancó la dejó caer nuevamente. Ahí es cuando se acerca el patrullero y le dispara, lo que dio inicio a la persecución. En las imágenes no se vieron rostros pero sí la moto de los asesinos y parte de su ropa.
«Fuimos nosotros», confesó Gonzalo Aquino (de blanco) ante el tribunal: en su declaración también acusó a Ignacio Nardi Pons (de amarillo) de haber disparado
Luego de la proyección pidió declarar Aquino, y ese fue el momento en que le pidió disculpas a la mamá de Alejo, sentada junto a su abogado defensor. “Yo estaba manejando la moto. Yo no disparé, sólo manejaba”, argumentó. También reveló que esa moto la tomó sin saber de quién era de una casa en la que paraba en Mariano Acosta. En esas circunstancias el tribunal lo indagó sobre si quien había disparado había sido Nardi Pons, y su respuesta fue idéntica a la anterior: “yo no disparé”.
Fue en esas circunstancias en que Alejandra Rombiola le pidió la palabra al tribunal y sentenció: “Gonzalo Aquino, jamás te voy a perdonar. Vos sabías lo que ibas a hacer esa noche”. “Sí, la entiendo”, respondió el acusado. Luego de ese intercambio, y por consejo de su abogado oficial, el imputado tomó la palabra nuevamente. Ante la pregunta del fiscal Horacio Vázquez, Aquino ratificó “sí, fuimos nosotros” los autores del crimen de Ipuche, y ante la insistencia del funcionario remató: “fue Nacho (Ignacio Nardi Pons) quien disparó”.
También contó que luego de haber apretado el gatillo criminal y escapar de la Policía en la secuencia que ayer reveló en detalle este medio, cuando llegaron a la casa de Marcos Paz en la que paraban tuvo una discusión con su cómplice. Es que, según expresó, él sabía que esa noche salían a robar, pero no a matar. Aquino no tenía antecedentes policiales hasta entonces. Luego se fue a su casa, contó lo que había pasado a su familia y ahí su entorno decidió fugarlo al tambo de Punta Indio en el que fue detenido seis meses después del crimen.
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El juicio parece encaminado por ambas confesiones y entra en su tramo final. Un último testigo resta por declarar, y fue enviado a buscar por la Policía porque ante la sospecha de que está amenazado y se niega a brindar su testimonio. En principio, la jornada de hoy viernes puede ser la final antes del veredicto.
El debate cuenta con cobertura exclusiva en cada audiencia de Primer Plano Online y también con el acompañamiento de familiares de otras víctimas a los Ipuche. Por caso asisten a diario Beatriz Flores, mamá de Nadia Arrieta (asesinada en Villa Tesei); Claudio Rodríguez, papá de Zaira (quien fue ultimada por motochorros en Villa Ballester); Trinidad Chávez, mamá de Germán Chávez Torrez (el cajero asesinado en el Banco Nación de Isidro Casanova); y Gladys Lemhofer, tía de Lucas (víctima fatal de un siniestro vial en La Matanza).