Horas decisivas en el juicio por el crimen del cajero del Banco Nación sucursal Isidro Casanova Germán Chávez Torrez, debate que se lleva adelante en el Tribunal Criminal Federal Nº 3 de San Martín. Restan todavía audiencias para llegar la hora de los alegatos y el veredicto, pero todo lo ventilado hasta el momento fue reflejado en distintos artículos de Primer Plano Online, único medio presente siguiendo las alternativas.
Las últimas novedades las aportaron los testimonios de efectivos policiales que participaron de la investigación que permitió llegar a uno de los acusados de haber participado en el asalto a la entidad y el posterior asesinato del joven trabajador, y de dos civiles que certificaron lo actuado por las fuerzas de seguridad intervinientes.
Por caso, lo que se ventiló en las dos jornadas anteriores dieron cuenta de cómo la Policía llegó a la punta del ovillo para atrapar a la banda y el universo que unía a sus participantes. La clave fue Norberto Manuel Salinas, el sujeto baleado involuntariamente por su compañero Alberto Manuel Feijo, conocido como ‘Aceite’ o ‘Aceituna’, quien luego de dos años prófugo de la justicia murió el 23 de febrero de este año tras tirotearse con una comitiva policial.

El relato principal lo aportó Pablo Barrios, policía de la Bonaerense, quien participó del allanamiento a la casa en la que se refugió Salinas tras el atraco al banco. Era una vivienda de González Catán, en La Matanza, y fue su madre la que se acercó al lugar para asistirlo mientras permanecía con un fuerte sangrado por la bala recibida.
A partir de datos recibidos en el 911, la tarea que la superioridad le encomendó fue la de hacer inteligencia en cercanías de la finca para determinar si efectivamente ahí estaba el herido. El agente estuvo toda una noche aguardando los movimientos en la finca hasta que, a la mañana siguiente, una mujer entrada en años salió de la propiedad a barrer la vereda que notaron “miraba para todos lados”.
Al rato ingresó nuevamente a la finca y volvió a salir a los minutos, pero ya con intenciones de irse. En esas circunstancias fue abordada por los policías, y rápidamente se excusó al decir que no residía en el lugar sino que había ido porque tenía a su hijo herido. Los efectivos entraron, escucharon gritos de dolor y, luego de empuñar las armas, observan a Salinas tirado en la cama con un vendaje en la pierna.
“Cuando nos vio entrar intentó incorporarse, pero lo pudimos reducir”, describió el uniformado. En su desesperación, fue la mamá de Salinas quien dijo que su hijo había participado del asalto a la sucursal bancaria. “Necesita ayuda, por favor llamen a una ambulancia”, fue lo que señaló la mujer. Cuando los agentes le pidieron su identificación, era naturalmente el ladrón.
Posteriormente hablaron dos testigos civiles, que fueron convocados por la Policía para supervisar aquel procedimiento. Ambos estaban en una feria y fueron llevados a la vivienda, distante a dos cuadras, y contaron al tribunal lo que vieron hasta que llegó una ambulancia y trasladaron al sospechoso, con custodia, a un centro asistencial.
Otro testimonio importante fue el que brindó Sebastián Río, oficial de la Policía Federal, del área Delitos de Robo Organizado. Él participó en dos allanamientos, ambos realizados en la noche del asesinato de Chávez Torrez en la localidad de Villegas, partido de La Matanza.
Si bien en esos procedimientos no hubo ninguna detención, sí secuestraron teléfonos para ser analizados. Por caso, en la segunda casa allanada se encontraba el auto con el que se escaparon los delincuentes tras el asalto a la sucursal Casanova. Y, con la información que contenían esos celulares incautados lograron dar con la casa en la que finalmente ubicaron a Salinas.
Por último, declaró el comisario Néstor Convín, también de la Federal, quien explicó el aporte de la división que él tenía a cargo en la revisión de los teléfonos secuestrados, que permitieron llegar al nombre de Solange Díaz, otra de las sindicadas como parte de la organización del plan delictivo. No es un personaje más en la historia: era, en ese momento, integrante de la Policía de la Ciudad.
Díaz estaba sancionada al momento del asalto al banco y asesinato de Germán. ¿Motivo? Algunas jornadas antes del hecho había denunciado el robo de su arma reglamentaria y luego avisó que la encontró, pero sin balas. Eso resultó sospechoso para la superioridad en fuerza, aunque de alguna manera ese elemento en parte la exculpa: su pistola estaba a resguardo en un banco de la institución policial y no participó del atraco.
Sin embargo, Convín también contó cómo llegaron hasta Ayelén González, otra de las imputadas. Fue porque una de las agentes que intervino en la revisión del material que contenían los teléfonos la reconoció como familiar. Hilaron con algunos datos, cruzaron información con los datos de Solange y la arrestaron cuando fue a hacerse un estudio médico que tenía agendado entre sus datos personales.
Los jueces Walter Antonio Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y la jueza Nada Flores Vega están a la espera de los últimos testigos antes de dar lugar a los alegatos de las partes para luego definir sentencias. Como se sabe, según la instrucción del caso, están acusadas de integrar la banda criminal las siguientes personas, que deberán responder por varios delitos en sumatoria:

–Norberto Manuel Salinas y Lucas Fernando Delgado están imputados de coautores de robo agravado por el empleo de arma de fuego y por haber sido cometido en poblado y en banda, homicidio doblemente agravado con alevosía criminis causae, resistencia a la autoridad, encubrimiento agravado por el ánimo de lucro en cuatro hechos y asociación ilícita. Es decir, para la justicia son quienes ingresaron con ‘Aceite’ a ejecutar el golpe en la sucursal bancaria.
–Solange Díaz, Sergio Poggi, Alejandra Carnevale y Ayelén González enfrentan cargos por encubrimiento por favorecimiento personal, agravado por ser el hecho precedente un delito especialmente grave (homicidio y robo agravado) y en el caso de Díaz doblemente agravado por ser, al momento del crimen, integrante de la Policía de la Ciudad Autónoma da Buenos Aires. En el caso de González también está acusada por la tenencia ilegítima de un Documento Nacional de Identidad ajeno, mientras que Carnevale por tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil. Es decir, le dieron soporte logístico a la organización delictiva.
El asesino de Germán, ‘Aceituna’ Freijo, no está en el banquillo: fue abatido cuando intentó resistir a tiros su detención.