Juan y Nicole tienen 23 años. Son novios desde la escuela Secundaria y trabajan juntos en una fábrica de Ituzaingó: son vendedores de muebles de exterior. Eran las 12.20 de ayer jueves y salieron de su lugar de empleo para almorzar y aprovechar el viaje para comprar insumos. Iban en la Honda XR 150 del muchacho y, al transitar por la calle Martín Rodríguez en dirección a Perdomo, dos motochorros les hicieron pegarse el golpe de sus vidas.
Los delincuentes circulaban en una Tornado roja, la moto más robada según los registros en territorio bonaerense. No llevaban casco, pero sí capucha en pleno verano. “¿Cómo puede ser que nadie los haya visto y al menos le llame la atención dos encapuchados con 30 grados en pleno verano?”, se preguntó la chica. Es que luego de seguirlos por unas cuadras se pusieron a la par de la pareja, les apagaron el motor y así los hicieron caer. En el trayecto, Juan alcanzó a tirarles algunos codazos para sacárselos de encima.
“Me golpeé la cadera, el codo, la mano. Todo el lado izquierdo, que es con el que impacté contra el piso. Estoy todo raspado, lastimado. A mí no me pudieron atender: le atendieron a ella porque yo me subí a una camioneta a tratar de correr a los ladrones. Perdí todo mi capital: yo tengo 23 años, una corta vida, junté plata para comprarme una moto y perdí todo. La verdad que estoy devastado”, le contó el muchacho al canal Todo Noticias hace instantes.
La zapatilla atravesada en la carrocería de la moto
A su lado, la novia asintió cada palabra que él pronunciaba y se mostró visiblemente apesadumbrada. “Me quemó todo el brazo. De hecho, con el aire nomás me arde todo. Se me ve más o menos el hueso, por eso tengo todo vendado”, reveló la mujer. Fue tal el golpe que se pegaron y la violencia del episodio que a Juan se le quedó una zapatilla trabada en la carrocería.
“Yo pensé que querían pasarnos, pero la realidad es que no, que nos pegaron a la moto, nos empezaron a manotear el tablero de la moto y a querer empujar. Yo ya ahí dije ‘ya está, llegó el momento que más temí en mi vida, que me roben y encima caerme de la moto’. Así que me mentalicé y acepté que me iba a caer y a lastimar”, agregó en su relato.
La larga jornada terminó para Juan recorriendo tres hospitales en donde no fue atendido por la demora que había. “Me hicieron esperar un montón y me fui a mi casa porque estaba dolorido y sólo me quería recostar”, completó el joven víctima del violento robo. El caso es investigado por el fiscal Marcelo Tavolaro, de la UFI Descentralizada Nº 1 de Ituzaingó, y por la comisaría 4ª de San Alberto.
