Uno de los operadores nocturnos del Laboratorio de Imágenes del Municipio de Ituzaingó permitió con su ojo clínico la detención de un delincuente que se metió por la fuerza a robar en el interior de un Chevrolet Corsa estacionado en la vía pública, de donde se llevó objetos de valor.
El hecho ocurrió esta madrugada, pasadas las 4, sobre la calle Martín Rodríguez, casi esquina Posta de Pardo. Según lo que pudieron establecer los investigadores, el malviviente forzó la puerta delantera derecha del vehículo y, una vez en su interior, robó una llave cruz, un criquet hidráulico, un parlante y un repuesto plástico que el dueño del coche había comprado horas antes.
La comunicación del operador que se encontraba mirando las cámaras en la Sala de Situación alertó a la Policía sobre el episodio y un móvil del Comando de Patrullas se acercó al lugar. El resto de los domos siguieron el trayecto del delincuente solitario, que se fue caminando por calles adyacentes.
Los antecedentes del frustrado ladrón
Así, los uniformados instrumentaron un procedimiento cerrojo y en la esquina de Martín Rodríguez y Monroe lograron interceptarlo: estaba vestido tal cual la descripción hecha por el visualizados, con una campera oscura y gorra blanca. Cuando los efectivos le dieron la voz de alto detuvo su marcha sin oponer resistencia.
Fuentes de la investigación identificaron al sospechoso como Juan Ignacio Rodríguez (28), domiciliado a pocas cuadras del lugar en el que decidió robarle a un vecino. Cuando se vio rodeado por los patrulleros, el ladrón tiró los objetos que había sustraído del auto en el ingreso a una casa. Todo fue reconocido por el propietario del Corsa como suyo.
Lo curioso es que cuando el fiscal Marcelo Tavolaro, recibió las actuaciones, el secretario de la UFI Descentralizada Nº 1 de Ituzaingó, Pablo Ávila, constató que el detenido tiene antecedentes penales. El pasado 7 de abril fue condenado a tres meses de prisión por robo simple. Es decir, ahora cualquier pena que reciba será de cumplimiento efectivo.