Un hincha de Almagro trepó el alambrado perimetral e ingresó al campo de juego a amenazar a los jugadores de su equipo en medio del partido ante San Martín de Tucumán, que terminó empatado sin goles en José Ingenieros.
Con una remera sin mangas, barbijo y gorra para evitar ser identificado, el joven se metió al campo de juego justo cuando se desarrollaba un ataque del conjunto visitante que, además, casi termina en gol.
Sus gestos fueron elocuentes: las manos debajo de la zona genital reclamando que los futbolistas “pongan huevos” para sacar al equipo de la zona en que se encuentra, apenas tres puntos por encima de los dos que hoy por hoy están perdiendo la categoría.
Ante la invasión, el árbitro Edgardo Zamora frenó el juego, habló con las autoridades policiales y pidió garantías para disputar los últimos minutos del duelo. Finalmente, luego de que el barra subiera por el alambrado para retornar a la popular y que pasaran unos instantes para que se calmaran los ánimos, el juez tomó la decisión de continuar con el partido.