Giro en el caso Ezequiel Altamira, el adolescente asesinado por una patota en Ituzaingó: la justicia logró determinar que fueron cuatro los autores del ataque y ya avanzó con las medidas respectivas.
Además del menor de 14 años al que le dictaron una medida de seguridad el domingo pasado, se trata de otro chico de esa edad, uno más de 15 (en todos los casos no punibles) y otro de 17, que en ese caso sí es imputable según lo establece el Régimen Penal Juvenil.
Crimen del adolescente Ezequiel Altamira en Ituzaingó, víctima de una patota asesina: hay tres detenidoshttps://t.co/737H0MjAKZ pic.twitter.com/bO8pInxOIb
— Primer Plano (@primerplanotv) October 28, 2024
Para los tres inimputables el único camino posible es el sobreseimiento y el dictado de una medida de seguridad, que es el envío a un instituto de menores por 180 días prorrogables por otros 180 más, algo que ya solicitó el fiscal del caso, Guillermo Rodríguez Rey, de la Fiscalía Nº 1 de Responsabilidad Penal Juvenil de Morón. Lo que está claro es que nunca serán condenados por este crimen.
En el caso del que tiene 17 años recién cumplidos, y que había sido detenido y liberado el domingo pasado, ahora está nuevamente a disposición de la justicia tras un allanamiento realizado en la madrugada de ayer en su casa, ubicada a pocas cuadras del hecho.
En su caso enfrenta cargos por homicidio en ocasión de robo, que para los adultos tiene una pena en expectativa de entre diez y 25 años de prisión. En el caso de menores punibles el cómputo del castigo suele ser la mitad de lo que se le aplica a mayores.
Fernando Burlando y Javier Baños, nuevos abogados de la familia Altamira
Otra novedad en la causa es que ayer el mediático abogado Fernando Burlando se presentó en el expediente como defensor de la familia Altamira. En compañía del exfiscal de Morón Javier Baños representan a la mamá de Ezequiel en calidad de particular damnificado para seguir de cerca la investigación.
Los letrados presentaron, asimismo, una serie de medidas de prueba para ampliar la investigación, en este caso dirigidas al boliche Cool Site y al Municipio de Ituzaingó. Ahora dependerá del fiscal que instruye el caso darle curso o no para esos planteos. En principio para la justicia el crimen de Ezequiel ya está esclarecido.
Fuentes de la investigación consultadas por Primer Plano Online aclararon, asimismo, que en el derecho penal “la responsabilidad siempre tiene que ser subjetiva, dolosa o culposa, no puede ser objetiva, como es en el derecho civil”. Entonces, formalmente contra los padres o adultos responsables de los menores asesinos no se puede accionar salvo que se pueda acreditar que fueron ellos quienes los mandaron a robar y a matar.
Como informó este medio, la causa de la muerte de Ezequiel fue una fractura de cráneo a la altura de la sien y un coágulo comprimiendo el cerebro que derivó en una hemorragia interna.
“El golpe fue en la región temporal parietal supra mandibular, y eso es lo que le produce el derrame. Esa contusión puede haber sido producto de la patada que le pegan en el suelo o cuando impacta contra el cemento al caer. En el resto del cuerpo sólo hay un raspón en el dedo meñique y otro en la rodilla”, precisaron fuentes de la investigación.
El hecho ocurrió en la madrugada del sábado pasado en la plaza Parque Hermoso, sobre calle Los Potros y Patricias Mendocinas, a donde Ezequiel se había acercado con sus amigos a esperar un auto que pidió a través de una aplicación para regresar a su domicilio.
El chico, estudiante del colegio Chacabuco, salía de bailar cuando, junto a sus amigos, fueron atacados por la patota asesina. Sin embargo, según los videos que tiene en su poder la justicia, quien le pega es un menor de edad no punible, porque tiene 14 años, que no actuó sólo sino que estaba con un grupo de cómplices que luego huyeron corriendo. Ahora ya se sabe quiénes fueron.