24 de marzo de 2019, Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Esa jornada, Deportivo Morón se jugó una parada brava para mantener la categoría: recibió a Nueva Chicago en un clásico caliente, que se preveía como definitorio para el futuro de ambos equipos. El ‘Gallo’ y su necesidad de sumar para engordar el promedio; el ‘Torito’, con la posibilidad de seguir prendido arriba en la batalla por el ascenso a la Superliga.
El juego terminó 1 a 1, pero es apenas una anécdota el resultado. Después de ese cotejo ocurrió lo que es motivo de este artículo, y se resume a una experiencia inédita que mezcla la pasión por los colores con el fanatismo por un futbolista. “Damián, quiero conocer tu pueblo”, le dijo un muchacho al goleador histórico de Morón. Y así se inició un diálogo que tuvo un final inesperado. Y sorprendente para el protagonista.
“Le indiqué algunas cosas y le pasé mi número de teléfono, para que por cualquier cosa que necesite me hable”, contó Damián Akerman al programa La Hora de Morón que se emite por el canal Somos Oeste de Cablevisión. El inquieto fanático, llamado Fernando Saavedra, se comunicó con él hace dos semanas, avisándole que iba a viajar. Y el jugador tomó a su familia y se fue para allá con un único objetivo: sorprender al muchacho a su llegada y hacerle de guía turístico.
“Llegaba el martes a las 7 de la mañana, y allá imagínate la desolación que hay a esa hora”. Se trata de Porteña, un pueblo del departamento San Justo, provincia de Córdoba, de donde también salió Marcelo Barovero, exarquero de River, actualmente en el Monterrey de México. “Viento, frío, y yo arriba del auto, esperando que llegue el micro para darle la sorpresa. Cuando lo veo, bajo el vidrio y le pregunto: ‘tiene frío, señor’. Y no se dio cuenta que era yo, entonces me bajó del auto y ahí nos abrazamos”, contó Akerman.
Damián, su esposa y Fernando, el visitante, se subieron al coche del goleador y se fueron para lo de su mamá. Al curioso hincha lo recibió el intendente de Porteña, Carlos Fabian Baigorria, y hasta le hicieron entrevistas los medios locales. “Me quedé hasta el mediodía y después me tuve que volver para que mi hija no pierda tantos días de colegio. Pero fue una muestra del hermoso vínculo con la gente”, concluyó el goleador.