La familia de Juliana Gómez, la futbolista de Argentino de Merlo recientemente fallecida en un siniestro vial cuando regresaba de jugar con su equipo un partido en Santa Fe ante Atlético de Rafaela, emitió un comunicado para dar a conocer su verdad sobre todo lo sucedido, en el que habló de “desamparo y abandono en medio del dolor” que está atravesando a raíz de la tragedia.
En el texto, que hicieron llegar a la redacción de Primer Plano Online mediante la ONG Madres del Dolor, hablan de que no sólo debe transitar “inesperadamente un traumático duelo” sino que atraviesa “la injustificada crítica de una parte de la sociedad como responsables de la muerte de Ricardo López, conductor del vehículo siniestrado y jefe de prensa del club donde se desempeñaba Juliana”. Es decir, se despegan de la golpiza que le propinaron al dirigente, que falleció nueve días después del vuelco del rodado que conducía.
“Para comenzar a describir el cuadro de fragilidad de la familia Gómez es necesario señalar que el mismo día del entierro de Juliana, el pasado 9 de octubre, se cumplía el 16 aniversario del fallecimiento del hermano de Juliana, Leandro Gómez, producto de una infección producida por la contaminación de una reconocida curtiembre de la zona de Don Torcuato”, comenzó el escrito que este medio tomó la decisión editorial de reproducir completo. Cabe señalar que fue enviado por Viviam Perrone, una de las referentes de la ONG Madres del Dolor, y lleva también la firma del abogado especialista en siniestralidad vial David Berstein, que representa a la familia de la futbolista.
A continuación, la reproducción completa del comunicado:
En un día tan cargado de tristeza, la madre de Juliana recibe un llamado proveniente de la comisaría de Baradero donde le informan que debe acercarse al Hospital de Baradero por un hecho de tránsito. Inmediatamente la madre llama al celular de su hija Juliana para saber qué ocurrió y como se encontraba ella, pero no atiende Juliana sino el entrenador del equipo quien también insiste en que se acerquen al hospital (sin aclarar motivos).
Finalmente, fue el presidente del club Argentino de Merlo quien se comunica con la familia y le confirma la trágica noticia del deceso de Juliana. En un estado emocional de inmenso dolor y confusión la familia decide dirigirse por sus propios medios y recorrer, en un estado de shock alarmante, las dos horas que separan a Merlo del hospital donde se encontraba el cuerpo de su hija.
Al llegar al hospital, inician una carrera desesperada para dar con su hija. Con la esperanza de que se hayan equivocado y que Juliana siga viva. Sin embargo, un policía les dice que se dirijan a la morgue de San Nicolás, dado que su hija estaba fenecida.
Por ello, salen del hospital hacia el Playón de estacionamiento, para subirse a su auto y dirigirse a la Morgue Judicial. Justo en ese momento se acercan a la familia las jugadoras de fútbol compañeras de Juliana, entre las que estaba Rocío Oliva (ex pareja de Diego Armando Maradona) quienes les manifiestan que quien manejaba el auto lo hacía con una sola mano, que parecía que estaba en estado de ebriedad, que le pedían por favor que pare el auto, pero el conductor no las escuchaba, y que luego de producido el trágico hecho Vial el Sr. López se puso a recoger las pelotas de fútbol, en vez de preocuparse por brindar asistencia a las jugadoras accidentadas y lastimadas. Otro elemento más que acumuló tensión sobre el grupo familiar desbordado por la tragedia y el dolor.
Se probó luego que no hubo estado de ebriedad, pero en ese momento el dato no hizo más que agigantar la indignación de los familiares de Juliana. En medio del dolor y de la búsqueda del cuerpo de su hija, es dable considerar otro dato importante que es la ausencia de contención por parte de las autoridades del hospital.
En medio de semejante tragedia familiar, y transitando muchísima angustia mientras escuchaban a las jugadoras del plantel, en un día tan cargado de tristeza por el fallecimiento de su otro hijo, sin poder la familia de Juliana lograr “procesar”, ni asimilar, tanta información sobre la negligencia e imprudencia en el hecho que terminó con la Vida de su hija, las propias compañeras le expresan también indignadas que Ricardo López, quien conducía el vehículo, se encuentra internado en el hospital y se les indica, incluso, que estaba en la primera habitación de la Guardia.
El escenario estaba sembrado de dolor, frustración, bronca e incredulidad y desencadenó una serie de hechos lamentables como fue el ingreso de los familiares de Juliana a la habitación de López. Los familiares de la víctima expresaron su dolor ante quien sería hasta ese momento el responsable de la desgracia. Siendo importante destacar que bajo ningún punto de vista se utilizó ningún tubo de oxígeno, ni ningún elemento, para agredir a López, cómo equívocamente señalaron algunos medios de comunicación. Nunca lo agredieron con ningún tubo de oxígeno.
Concluido el lamentable episodio mediante el accionar de miembros de la Policía y con la notificación de que el conductor del vehículo se encontraba estable y que en breve estaría en condiciones de declarar, se le comunica al padre que puede retirarse para velar a su hija, aunque la familia de Juliana seguía sin recibir precisiones acerca del horario del velatorio de la joven, lo que dilataba más aún los tiempos y el dolor.
Varios días después, puntualmente el día 14/10/22, reciben la noticia por parte del entrenador de las jugadoras el cual en un Audio les informa que el día 12 el Sr. López contrajo un virus intrahospitalario, pidiendo a la madre de Juliana que la familia Ore por él.
Lamentablemente, el Sr. López falleció el 17/10/22 producto de una asepsia originada por el virus intrahospitalario. Con el único cometido de limpiar el honor, y las almas de una familia signada por la tragedia se pretende presentar, por un lado, un cuadro de situación para llevar algo de empatía con la familia de Juliana Gómez. No de justificación del accionar de la familia en el hospital de Baradero, pero sí de empatía con una situación de desamparo y crisis emocional.
Asimismo, el abogado penalista Gabriel Becker, letrado patrocinante y defensor particular de los padres de Juliana y su hermano Cristian, en la causa penal por lesiones graves y resistencia a la autoridad afirmó: “las conclusiones de la autopsia son concluyentes en lo que respecta a la causal de la muerte del Sr Ricardo López. Fue consecuencia directa de una infección intrahospitalaria que afecta mayormente a personas añosas, tal como ha sido el caso del occiso, quien contaba con 75 años de edad. Los supuestos golpes propinados por miembros de la familia de Juliana, no tuvieron ninguno relación causal con la muerte del infortunado Jefe de Prensa del club Argentino de Merlo”.
Humanamente cabe hacer un llamado de atención a parte de nuestra Sociedad a fin de empatizar con la tragedia sufrida por los familiares de Juliana, considerando que no hay nada peor que enterrar a tu propia hija, de tan solo 20 años. De un segundo a otro sus vidas se transfiguraron por completo. Y para colmo los acusan y crucifican injustamente del fallecimiento de un hombre cuando no lo ocasionaron.
No se merece la Familia de Juliana Gómez que se fomente el odio y repudio hacia ellos. Sí merecen el cariño de nuestra sociedad y que los dejen hacer su duelo en paz. El dolor en el corazón de los papás y hermanos de Juliana nunca desaparecerá.
