Una insólita situación delictiva se vivió en las últimas horas en la localidad de González Catán, en La Matanza, cuando vecinos hicieron un boquete en la pared medianera que divide casas para robar en la vivienda lindera a la suya.
Ocurrió en un domicilio de la calle Sapaleri al 400, entre Puerto Argentino y Doctor Equiza, y todo se descubrió cuando el hijo de la víctima asistió a la casa de su mamá y encontró todo revuelto y un agujero de proporciones en la pared. A primera vista detectó también el faltante de objetos de valor.
Siempre según lo denunciado, al llegar el muchacho notó que estaba la puerta de la finca principal violentada. Luego de llamar al 911 procedió a entrar y confirmó que a su madre le habían sustraído 1.600.000 pesos en efectivo que estaban guardados en la pieza matrimonial, dentro de una caja, un cajón de cerveza, una percutora, una agujereadora, dos garrafas y “estaba todo revuelto”.
Es decir, los delincuentes tuvieron tiempo de revisar todo lo que quisieron. En esas circunstancias el joven salió a la vereda a consultar al vecino, que estaba sentado tomando una bebida alcohólica, si había visto algo. “No sé de qué me hablás”, fue la respuesta que recibió. Fue entonces que llegó la Policía y se develó el misterio.
Un boquete de grandes dimensiones
Es que al ingresar a la finca, el hijo de la dueña de casa notó que pasaba hacia la vivienda lindera una pareja de jóvenes a los que pudo identificar: eran la hija del vecino que consumía alcohol y su novio. “Se fueron por un boquete de casi un metro de diámetro”, detalló una fuente de la investigación consultada por Primer Plano Online.
Fue tal la sorpresa que el muchacho tomó su celular y filmó lo que sus ojos veían. Ese agujero enorme en la pared da justo a una de las habitaciones de la casa vecina. El personal policial consultó qué hacer al fiscal Gastón Duplaá, de la UFI Descentralizada Nº 2 de Laferrere, quien ordenó lo que se conoce técnicamente como un allanamiento fiscal de urgencia.
“Si no me devuelven lo que se robaron van a terminar presos”, fue la advertencia que hizo el denunciante, que recibió de parte de la familia vecina una respuesta tan increíble como la historia en sí: “que se vaya la Policía que esto se puede arreglar de otra manera”. Por supuesto eso no pasó y los uniformados hallaron gran parte de lo sustraído en el domicilio lindero, que los mismos ladrones devolvieron a través del hueco en la pared.
Lo cierto es que el fiscal Duplaá ordenó la aprehensión de cuatro personas de la familia boquetera bajo la imputación del delito de robo agravado por efracción. Se trata, según consignaron los voceros consultados, de César Estigarribia, sus hijos Matilde y Juan Ignacio y el novio de la chica, John Ramírez Esquivel, quienes una vez indagados quedaron formalmente detenidos.