Comenzó esta mañana en los Tribunales de Morón el juicio por la masacre de Hurlingham, en la que el sanguinario criminal Diego Loscalzo asesinó a su ex pareja Romina Maguna, y así dio inicio a una matanza familiar de la que no hay antecedentes en la provincia de Buenos Aires. El chacal luego mató a Vanesa Maguna, hermana de Romina; a Darío Díaz (esposo de Vanesa); y le disparó a quemarropa a Cintia López Gotta, amiga de las mujeres fusiladas, todo en un mismo domicilio sobre la calle Cañuelas.
Luego se trasladó en moto algunas cuadras hasta encontrarse en el camino con el resto de la familia Maguna, a quienes les avisó por teléfono que Romina había tenido un accidente. Al cruzarse con ellos, Loscalzo mató primero a José (hermano de Romina y Vanesa), siguió con Juana Paiva (madre de los Maguna) y, en su afán por no dejar testigos, también atacó con tres balazos a Mónica Lloret, esposa de José, que estaba embarazada de 9 meses. Con esos disparos, el sanguinario acribilló en el vientre materno al bebé que iba a nacer al otro día, y también le tiró a Camila, hija de Mónica, que viajaba con ella en el auto y recibió una bala en la pierna.

En concreto, los jueces del Tribunal Oral Criminal Nº 1 Juan Carlos Uboldi, Mariana Maldonado y Claudio Chaminade, lo están juzgando por una acusación elevada por la Fiscalía, a cargo de Paula Hondeville y Hernán Moyano, de varios delitos que, sumados, no pueden tener otro castigo que la prisión perpetua. Los cargos que le imputan son el de homicidio agravado por el vínculo en un contexto de violencia de género y agravado por el uso de arma de fuego, en el caso de Romina; cuatro homicidios (Vanesa, Darío Díaz, José y Juana Paiva) agravados por el uso de arma de fuego; un aborto (el bebé Mateo no llegó a nacer con vida y por eso esa es la figura legal que cabe a ese hecho en particular); tres tentativas de homicidio (López Gotta, Lloret y su hija Camila); robo agravado (del arma de Romina Maguna) y portación ilegal de arma de guerra. En síntesis, con la abrumadora cantidad de pruebas que hay en su contra, a Loscalzo le espera el resto de su vida tras las rejas.
La primera en declarar en el juicio fue Cintia López Gotta, la mujer que fue testigo directo del asesinato de las hermanas Maguna y que, según contó en su momento, se hizo la muerta para evitar que el chacal la remate en el piso, a donde había caído tras recibir un disparo en la pierna. La joven, acompañada por su terapeuta particular y ayudada por un bastón que todavía utiliza como consecuencia del balazo, describió al asesino como un ser “posesivo y violento, muy celoso”, y reveló que seguía a Romina “hasta a un boliche”.
También detalló que Loscalzo mantenía con el resto de la familia Maguna “una relación distante, no se bancaban mutuamente”, y hasta reveló que ella en persona presenció un hecho de violencia de Loscalzo hacia su exmujer, cuando la empujó en público. “Romina no quería estar más con él. Vivían juntos porque ‘El Chino’ no tenía donde vivir”, agregó orientada en su relato por las preguntas de los fiscales.
El segundo testigo que brindó sus explicaciones a los jueces fue Marcelo Raúl Ochoa, que es un vecino que vive justo enfrente de la casa de la calle Cañuelas en donde se inició la masacre. Lo más tenebroso de ese momento es que se escuchó en la sala lo que fue su llamado al 911 pidiendo ayuda y la voz de fondo de Uriel, uno de los hijos de Romina, pidiendo ayuda desesperado y gritando que habían matado a su mamá. Fue verdaderamente estremecedora la secuencia de sólo imaginarla.

Le siguió en el relato Mónica Lloret, quien narró la secuencia de cómo fueron los hechos, tal como en su momento había expresado ante Primer Plano Online. La mujer profundizó aspectos de la personalidad de Loscalzo (que cada vez que los testigos hablaban miraba hacia el piso) y ratificó su idea de que le disparó a ella para no dejar testigos de los atroces crímenes que estaba cometiendo. “Me miró a los ojos y me disparó”, recordó.
LA ENTREVISTA DE MÓNICA LLORET CON PRIMER PLANO ONLINE:
Mañana miércoles, en principio, se prevé que declararán al menos cuatro testigos más, aunque la audiencia está previsto que se inicie con la declaración de la junta de psiquiatras que evaluó a Loscalzo y que consideraron que se trata de un simulador que comprende perfectamente la gravedad de los hechos que cometió. Por lo tanto, la inimputabilidad está descartada. Su abogada oficial, Sandra Rolón, ya dio indicios que no irá por ese camino tampoco. Si todo se desarrolla con normalidad, el viernes podrían ser los alegatos y la semana próxima la sentencia.
En el marco de una jornada durísima para las familias, es dable destacar la predisposición del tribunal, no sólo para que ingrese a la sala la mayor cantidad de gente que sea posible (teniendo en cuenta que el lugar es reducido), sino también para el trabajo periodístico de Primer Plano Online, único medio presente en la jornada.
