Un bálsamo de aire fresco. De alguna manera la justicia, con un fallo contundente, intenta avanzar en una reparación del incalculable daño ocasionado por dos asesinos al volante que, con total desprecio por la vida propia y ajena, corrieron picadas y causaron un desastre, como es el crimen vial de Tahiel Contreras, un nene de apenas seis años que esperaba por cruzar un semáforo con su papá y su mamá para ir a tomar un helado el pasado domingo 13 de septiembre.
En un fallo al que accedió Primer Plano Online en exclusiva, la Sala Segunda de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Matanza confirmó hoy las prisiones preventivas de Nahuel Agustín Olivera y Alexis Leonel Escribanti, los dos conductores de la prueba ilegal de velocidad que asesinaron al chiquito. La decisión inicial fue tomada por el juez de Garantías Gustavo Banco a solicitud del fiscal que investigó el caso, Gastón Duplaá.
Así, el tribunal de alzada decidió confirmar la resolución convirtió en prisión preventiva las detenciones de Olivera y Escribanti, por considerarse que existen “elementos de convicción suficientes” e “indicios vehementes” para sostener que son coautores de los delitos de prueba ilegal de velocidad en concurso real con homicidio simple con dolo eventual en concurso ideal con lesiones leves reiteradas en dos oportunidades.
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En el mismo fallo, la cámara rechazó por considerarla “anticipada” la posibilidad de recurrir al Tribunal de Casación Penal para que revise el trámite. “Los indicadores valorados hasta el momento permiten sostener fundadamente que los imputados, caso de recuperar la libertad, intentarán eludir el accionar de la justicia o entorpecer la investigación”, sostuvieron los camaristas.
Consultado por Primer Plano Online, el abogado de la familia Contreras, Diego Dieguez Ontiveros, reflexionó que “la continuidad en prisión de los homicidas de Tahiel es la muestra acabada del material probatorio colectado hasta el momento que demuestran sin lugar a dudas la participación criminal de los mismos en la muerte del pequeño y las lesiones a sus padres”.
El letrado, que se encargó personalmente de recolectar cámaras de seguridad y testimonios de testigos que terminaron siendo claves para que la investigación avance hasta este punto, agregó que “el peligro de fuga, el entorpecimiento de la investigación como la alta pena en expectativa son las razones que ameritan el encierro legal y justo” de Olivera y Escribanti.
Las calles del conurbano tienen dos asesinos al volante menos sueltos. La justicia, con decisiones como estas, está dando muestras acabadas de que también está en sus manos terminar con este tipo de delitos viales. Ahora todo depende de quien se suba a un vehículo no lo utilice como un arma.
