El proyecto presentado por estudiantes de la Escuela Técnica Nº 1 de Ituzaingó ‘República del Paraguay’ fue uno de los nueve ganadores en la Feria de Ciencias regional que se llevó a cabo en el polideportivo Gorki Grana de Castelar. Ahora se viene la etapa provincial, a fines de agosto en Mar del Plata.
Entre 124 iniciativas de chicos y chicas de colegios de Morón, Merlo e Ituzaingó, la propuesta denominada Eco Colores fue una de las seleccionadas por el jurado en su categoría. Según definieron sus creadores, se basa en la obtención y utilización de tintes y pigmentos naturales en reemplazo de aquellos que son de origen sintético.
“La industria de los pigmentos sintéticos es una de las más contaminantes, ya que en el proceso de elaboración se utilizan grandes cantidades de agua, sumado a su baja biodegradabilidad y que algunos contienen metales pesados. Nuestra primera propuesta de aplicación es la utilización de los tintes y pigmentos naturales en pinturas para ser utilizadas en niños en etapa escolar, artistas plásticos y personas en general preocupadas por el cuidado del medio ambiente”, sintetizó la profesora Esther Voiro, docente de la institución.
El proyecto fue elaborado por Alejandra Bohiler y Lucas Bossio, estudiantes de quinto año de Técnico Químico. Sus suplentes son Franco Véliz y Thiago Calvezere, quienes deben también presentarse del 23 al 25 de agosto por cualquier urgencia que pueda surgir con los titulares. La Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) se encarga del traslado y del alojamiento.
Para desarrollar su propuesta, chicos y chicas utilizaron “solamente especies vegetales”, con lo cual también las tintes elaboradas son aptas para personas veganas, ya que el color rojo carmín se extra de la cochinilla del carmín (insecto). Para obtener los colores usaron flores, frutos u hojas, que colocaron en un mortero con agua. Luego las filtraron y obtuvieron la tintura.
También se pueden obtener por maceración y, para obtener pigmentos sólidos, se secaron los vegetales en horno a 80°C, luego se pasaron por un molinillo y un tamiz, para obtener igual granulometría. Asimismo, para llegar a las variaciones de color, usaron jugo de limón como modificador ácido, y bicarbonato de sodio como modificador alcalino. Así consiguieron “una amplia gama de colores”, precisó Voiro.
“Después los utilizamos en tintes líquidos acuarelables como pinturas en gel, masa de sal (como la utilizada en los jardines de infante) y teñido de telas”, completó la docente, quien agradeció el acompañamiento de Fernanda Penisi, inspectora Jefa Distrital, y de Débora Guerra, directora de Políticas Ambientales del Municipio de Ituzaingó.