Y si, claro que es más caro, pero es la única manera de evitar las consecuencias de consumir productos que se elaboran con desechos industriales. Como informó ayer Primer Plano Online, los jabones líquidos para ropa que se venden en las calles a precios irrisorios son elaborados con material de descarte, que en vez de ser procesado para su destrucción es envasado en saches fusionados con las marcas originales.
“La diferencia de dinero en la que se comercializan esos productos es muy notoria, pero a medida que se usan dañan la piel, la ropa y hasta el lavarropas. El consumidor, por pagar algo un poco más barato, sufre perjuicios por todos lados”, precisó un investigador consultado por este medio para la elaboración del artículo publicado ayer.
Justamente a raíz de esa publicación, el presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires, Fernando Savore, se contactó con este medio para agradecer la difusión de un tema que a los comerciantes minoristas los preocupa en demasía. Además, para advertir que, con caminar un poco en busca de precios, se pueden conseguir productos originales con valores competitivos.
“Los jabones Skip y Ariel, de tres litros en sache, los estamos vendiendo a $499. Hay otros de buena calidad también, como el Drive, que lo vendemos a $340. Con todas las garantías del caso, porque si en un comercio de barrio la mercadería falla, el cliente viene al otro día”, explicó Savore, almacenero histórico de Villa Sarmiento, en conversación con Primer Plano Online.
La particularidad de estos productos en particular es que no están en Precios Cuidados ni tampoco tiene un valor sugerido. Hay negocios en donde se venden un poco más baratos y otros en donde cuestan un poco más, pero lo que es seguro es que no son los truchos que se comercializan en las calles y realizados con basura.
“Normalmente es un calibre caro el de estos productos. Lo que hacemos los almaceneros es estar muy atentos a las ofertas que lanzan los mayoristas y luego marginarlo lo menos posible para que el precio sea competitivo. El que yo tengo no sé si es el mejor valor, pero tiene buena salida y con garantías de que no es porquería lo que el cliente se lleva a su casa”, concluyó Savore. Como en tantas otras cosas, la decisión de qué comprar está en cada persona.
