La vacuna Sputnik V tiene un 92% de efectividad para proteger a las personas del COVID-19 según los resultados de los ensayos provisionales, según anunció este miércoles el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF). El compuesto que adquirió carácter público en agosto cuando se anunció su patente, el primero en realizarse a nivel mundial, atraviesa la fase III de las pruebas y Argentina lo tendrá en diciembre.
Los resultados provisionales se basan en datos de los primeros 16.000 participantes del ensayo que recibieron ambas inyecciones de la vacuna en sus dos dosis. La instancia en la que se encuentra el fármaco desarrollado por el Instituto Gamaleya se está llevando a cabo en 29 clínicas de Moscú y contará con la participación de 40.000 voluntarios en total, y una cuarta parte recibirá una inyección de placebo.
La eficacia se demostró sobre la base de un primer análisis intermedio obtenido 21 días después de la primera inyección. “No hubo eventos adversos inesperados durante los ensayos. El seguimiento de los participantes está en curso”, se comunicó oficialmente.
EL INFORME COMPLETO:
«Las posibilidades de contraer COVID-19 se ubicaron en un 92% más bajas entre las personas vacunadas con Sputnik V que entre las que recibieron el placebo», señalaron desde el RDIF, lo que indica que está muy por encima del umbral de efectividad del 50% para las vacunas COVID-19 establecido por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
El anuncio de Rusia sigue rápidamente los resultados publicados el lunes por los desarrolladores de vacunas Pfizer Inc y BioNTech, quienes dijeron que su inyección también fue más del 90% efectiva. La vacuna Pfizer y BioNTech utiliza tecnología de ARN mensajero (ARNm) y está diseñada para desencadenar una respuesta inmune sin usar patógenos, como las partículas de virus reales.
La vacuna Sputnik V está diseñada para desencadenar una respuesta a partir de dos inyecciones administradas con 21 días de diferencia cada una basada en diferentes vectores virales que normalmente causan el resfriado común: los adenovirus humanos Ad5 y Ad26.