Una serie de denuncias anónimas que llegaron a la central de emergencias 911 y que daban cuenta de domicilios en los que se vendían drogas en Merlo derivaron en una investigación policial y judicial que concluyó con el desbaratamiento de una organización que controlaba el territorio mediante ‘satélites’, es decir, jóvenes del barrio destinados a ser una suerte de guardia pretoriana para custodiar el negocio ilícito.
El trámite de la causa comenzó con diversas llamadas anónimas a las autoridades que daban cuenta de cómo operaba la banda en el denominado barrio Estrella de la localidad de Mariano Acosta. Ese material llegó a manos de la Fiscalía Nº 9 de Morón, cuyo titular, Ezequiel Lovillo, derivó en la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Morón, a cargo del comisario inspector Jorge Santolíquido, la reunión de evidencias para constatar la veracidad de los hechos.
Las tareas investigativas, entonces, consistieron en seguimientos de personas, vigilancias de manera dinámica y estáticas y filmaciones de los movimientos que se realizaban en los domicilios sindicados como bunkers. Como suele pasar en estos casos, el desfile de compradores era incesante a cualquier hora del día. Los puntos de venta tenían un común la participación activa de tres personas, a las que las autoridades señalan como líderes de la actividad.
“Aparte de vivir en algunos de los domicilios, utilizaban otros para explotar la venta de material estupefacientes”, detalló a Primer Plano Online una fuente vinculada a la pesquisa. Esas viviendas están ubicadas sobre las calles José Pillado al 1000 y Mercedes al 3000, de la mencionada ciudad merlense. El Juzgado de Garantías Nº 3 ordenó la realización de cinco allanamientos simultáneos, cuyos resultados fueron “altamente positivos”, según reflexionaron los voceros.
El camión de cargas y la lona como escondite
También se pudo establecer que la organización contaba para su actividad criminal con otros sujetos conocidos como ‘satélites’,, quienes se encargaban de recorrer a pie el barrio en busca de vehículos o personas ajenos al lugar y, de esta manera, reportar alguna anomalía para dar aviso de inmediato. “Eran quienes custodiaban los negocios”, agregaron las fuentes. Es por eso que la caravana policial debió trasladarse en un camión de cargas, escondida bajo la lona del acoplado para no llamar la atención.
Según pudo saber Primer Plano Online, en los dos domicilios allanados incautaron un total de tres kilos y medio de marihuana en cogollos y 214 gramos de cocaína en 530 envoltorios. También hallaron elementos de corte y fraccionamiento, balanzas de precisión, recortes de nylon, dinero en efectivo y celulares, que serán peritados para conocer el origen de la sustancia.
En ambos lugares fueron detenidos Maximiliano López (20), Juan Marcelo Subelza (47) y Milagros Furlano (24), quienes enfrentan cargos por los delitos de tenencia ilegal de estupefacientes con fines de comercialización. De los procedimientos también participó personal de la comisaría 6ª de Mariano Acosta y de la Secretaría de Seguridad de Merlo, que aportó imágenes determinantes para la investigación.
