Una entradera en El Palomar, seguida del robo de su camioneta a una familia que se desplazaba a bordo del rodado a pocas cuadras del primer hecho, armaron una cadena de delitos que terminó con dos detenidos y una sorpresa: un tercer aprehendido en la causa es un trabajador del área de limpieza del hospital Posadas que nada tenía que ver con los hechos, que rápidamente fue liberado por la justicia.
La secuencia delictiva comenzó sobre la calle Evaristo Carriego la 2600 de la mencionada localidad de Morón, cuando cuatro sujetos descendieron de una camioneta Nissan Kids en la que circulaban y, bajo la modalidad piraña y armas en mano, sorprendieron a una pareja que llegaba a su casa.
En esas circunstancias redujeron a las víctimas, las hicieron ingresar al domicilio bajo amenaza y se llevaron de la finca objetos de valor como un televisor, una notebook y los teléfonos del matrimonio. Luego huyeron a bordo del vehículo en el que llegaron y en un Peugeot 308 de las personas asaltadas.
Pocos minutos después, y siguiendo con su raid delictivo, la banda interceptó en la calle Guerrieri con ambos rodados a otra familia, que se desplazaba a bordo de una camioneta Honda HRV. Con idéntica metodología apuntaron a las víctimas y les llevaron el vehículo y pertenencias que tenían en su poder, como celulares y billeteras. Después huyeron para seguir con sus tropelías.
Sin embargo, a esa altura la primera pareja asaltada había logrado dar aviso al 911 y la Policía instrumentó un operativo cerrojo en busca de los autos, a los que se agregó la Honda, también sustraída. La organización delictiva se dividió en tres y armó un plan de fuga para no ser descubierta. Pero algo pasó y la escapatoria salió mal.
La persecución y la detención de la persona equivocada
En medio del fragor y la oscuridad de la noche, un móvil del Comando de Patrullas de Morón siguió a la Nissan blanca, a la que observaron en la esquina de Brandsen y Falucho, ya del lado de Tres de Febrero. Con otro dato adicional: a pocos metros también circulaba la Honda, que fue la última de la saga de robos.
Se inició entonces la persecución policial de ambos vehículos, en la que los delincuentes desde ambos rodados dispararon contra los agentes, que respondieron con sus armas reglamentarias. Así, la Honda chocó contra otros autos estacionados y quedó frenada. Ese hecho fue aprovechado por uno de sus ocupantes para salir corriendo, pero fue reducido a pocos metros: en su poder tenía un IPhone de una de las víctimas, prueba irrefutable de su participación en los robos previos. Se trata de A.A.C. (17).
El otro delincuente alcanzado por la Policía fue un joven de 20 años, que intentó desentenderse de la situación alejándose caminando. Se trata de Dylan Damián Aguirre Ruiz, quien también tenía en su poder otro celular de alta gama propiedad de una de las personas asaltadas previamente. Ambos quedaron detenidos.
Sin embargo, hubo un tercer aprehendido, y fue un trabajador del área de limpieza del hospital Posadas que nada tenía que ver con el caso. R.B.S. fue trasladado a la comisaría 6ª de El Palomar entre llantos mientras aseguraba que nada tenía que ver con el hecho: estaba vestido con el ambo azul que utiliza el personal del nosocomio dedicado a esa tarea.
Cuando se confirmaron sus movimientos, dirección e identidad, el fiscal Pablo Cabrejas, de la UFI Nº 2 de Responsabilidad Penal Juvenil de Morón, dispuso su liberación inmediata y que le fueran devueltas todas sus pertenencias, entre las que tenía la tarjeta SUBE para viajar a su empleo. Los otros dos sujetos, en tanto, quedaron detenidos acusados de robos agravados por el uso de arma de fuego.
