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sábado, mayo 18, 2024
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En la cárcel de Merlo casi 500 personas privadas de libertad se sumaron a los pabellones literarios

En la apertura de los nuevos espacios, las autoridades entregaron a los internos kits literarios que constan de libros, cuadernos, lápices y lapiceras para poder realizar sus actividades. La literatura y la escritura como herramienta transformadora para la reinserción social.

Con el objetivo de brindar más herramientas para la formación y la inclusión social de personas que se encuentran en contexto de encierro, autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense inauguraron dos pabellones literarios en una de las cárceles de Merlo.

Así, al programa ‘Pabellones Literarios para la Libertad’ se sumaron dos nuevos espacios culturales en la Unidad 60, con lo cual ya son cinco los espacios que funcionan en esa cárcel bonaerense. La política pública es impulsada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, conducido por Juan Martín Mena.

En los talles se promueve la práctica sostenida de cursos de literatura y escritura pensados “como herramienta transformadora”, se informó desde el SPB. Hay también iniciativas artístico culturales, siempre desarrollados bajo el respeto de un acuerdo de convivencia, el diálogo y la no violencia.

Pabellón literario en la cárcel de Merlo
“La cultura y la educación es la base para que esto siga funcionando”, expresó la tallerista Cristina Cuesta

Ascienden a 488 personas privadas de su libertad, entre varones y mujeres, las que forman parte del programa en la cárcel de Merlo, y suman 6.849 alojadas en 115 pabellones de 54 cárceles y alcaidías bonaerenses.

En la presentación estuvo la coordinadora del programa, Julia Lescano; la jefa del Departamento Cultura del Servicio Penitenciario Bonaerense, Gabriela Ríos; el director de Unidad 60, Cristian Ribnikov; la tallerista Cristina Cuesta, autoridades y personal penitenciario.

En el encuentro para abrir el ciclo, las autoridades entregaron a los internos kits literarios que constan de libros, cuadernos, lápices y lapiceras para poder realizar sus actividades. Los internos se mostraron “agradecidos” por la propuesta y manifestaron que se sienten “muy bien contenidos” dentro de la literatura.

Por su parte, la tallerista Cristina Cuesta expresó: “la cultura y la educación es la base para que esto siga funcionando y siga prosperando y no nos detenemos acá, es solo el principio porque pensamos ir por muchas más cosas”.

Pabellón literario en la cárcel de Merlo

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