“Desde que llegamos sufrimos maltrato y desidia. No el plantel, eso quiero aclararlo. Pero sí el resto de la delegación, que no la pasamos nada bien”. Fabián Kaplan es el encargado de la seguridad del club Deportivo Morón y sintetizó con esas palabras el mal momento que vivió la comitiva del ‘Gallo’ que acompañó a los futbolistas en la derrota del domingo pasado 3 a 2 contra Patronato en Paraná.
“Primero el tema fue con los autos: había lugar en el estacionamiento, pero a varios dirigentes no los dejaron entrar. Y después la Policía nos hizo tres filtros con documento en mano para llegar al lugar que nos dieron. Incluso se acercó el jefe de Seguridad de Patronato, pero a decirme a mí que me tenía que sacar la remera con el escudo del Deportivo Morón, que es la vestimenta oficial de la delegación”, se quejó Kaplan en conversación con Primer Plano Online.
El dirigente también aclaró que “en el palco a donde vimos el partido estuvimos cómodos y hasta el presidente de ellos se acercó a saludar al nuestro”. Pero los incidentes comenzaron poco después del pitido final del árbitro Sebastián Zunino. “No dejaron ingresar a los integrantes de la comisión de fútbol al vestuario ni a los medios partidarios nuestros, cuando periodistas de allá sí estaban en la zona. Cuando le reclamé a la Policía me respondieron que a ellos no les importaba y comenzaron los empujones”, sintetizó Kaplan.
De inmediato se formó un cordón con gente de Infantería, que comenzó a empujar a la gente del ‘Gallo’ hacia la zona donde estaba el micro. Al periodista Marcelo Giovanini, incluso, le intentaron sacar el celular (ver video) para impedir que registre la situación que se estaba dando. El único motivo aparente que causó la reacción fue la imposibilidad de que dirigentes accedan al vestuario para acomodar los bolsos y retirarse junto al plantel.
“Ni siquiera hubo una discusión subida de tono, no pasó nada. Pedíamos por favor que dejaran ingresar a los directivos y la respuesta que recibimos fueron insultos, maltrato y empujones. Quisieron llevarse a un dirigente de la comisión de fútbol preso, que alcanzó a escaparse. La Infantería avanzó con sus escudos y palos y nos llevaron hasta el micro”, describió Kaplan.
Insólitamente, el único que intervino para calmar los ánimos e intercedió en favor de la comitiva del Deportivo Morón fue Rodolfo De Paoli, el entrenador de Patronato, como también se observa en las filmaciones. “Vení al vestuario conmigo y trae a la gente que quieras”, le dijo el también relator a Kaplan, con lo cual todo se calmó y pudieron guardar las pertenencias para luego retirarse del estadio.
Consultado sobre si el club presentará alguna queja oficial ante la AFA en la mesa de la categoría, el encargado de seguridad del Deportivo Morón dijo desconocer cuál será el camino a seguir. “No sé si vamos a hacer algo, lo evaluaremos”, concluyó su charla con este medio.
En rigor, con hacerlo público ya alcanza: Morón suele ser una institución que se caracteriza por su amabilidad como anfitriona y, lo mínimo que espera, es reciprocidad, que en este caso no existió. Es más: Kaplan también reconoció el comportamiento de socios e hinchas de Patronato, que fueron cordiales y con quienes no tuvieron ningún inconveniente para ver el partido.