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viernes, diciembre 26, 2025
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Las lágrimas del juez de Garantías de La Matanza Fernando Pinos Guevara tras el segundo robo que sufrió en pocos días

Fue quien tuvo a su cargo la investigación del triple narcofemicidio de Florencio Varela que terminó con el desbaratamiento de la organización delictiva encabezada por Pequeño J. En el primer ataque le pusieron un arma en la cabeza a su hijo y otra en la nuca a él. Ayer, en pleno festejo navideño, le dieron vuelta la casa y sólo le llevaron una consola de juegos, lo que interpretó como un mensaje mafioso.

Fernando Pinos Guevara, el juez de Garantías de La Matanza que tuvo a su cargo la investigación del triple narcofemicidio de Florencio Varela antes de declararse incompetente y enviarla al fuero federal, lloró anoche en televisión al contar el segundo robo que sufrió en las últimas semanas, que los vincula con su intervención en la causa y los interpreta como una acción de amedrentamiento en su contra.

En una entrevista con el canal América 24, el magistrado reveló que este segundo episodio lo descubrió cuando regresó a la vivienda que está ocupando circunstancialmente con su esposa y sus hijos de 11 y 15 años, que pertenece a su suegra. Es porque la propiedad familiar la vendió en octubre para mudarse a “un lugar más seguro”, y por eso este hecho tampoco fue al voleo, sino que contó con inteligencia previa y muy precisa.

“Yo estoy en la etapa de mudarme, vendí mi propiedad, me estoy mudando y estoy transitoriamente viviendo en la casa de mi suegra. Al poco tiempo de mudarme es que intervine en la causa del triple crimen. El pasado 2 de noviembre, entrando a esta propiedad, que es una casa muy humilde, que no parece una casa en donde haya bienes de mucho valor ni nada, estacioné la camioneta en el garaje y nos cruzaron un auto por atrás. Bajaron 5 personas, 3 estaban armadas con pistolas 9 milímetros en perfecto estado, en un estado de una violencia inusitada”, graficó el funcionario judicial.

Armas en la nuca del juez y en la cabeza de esposa e hijo

Pinos Guevara contó que le pusieron una pistola en la cabeza a su hijo, otra a él en la nuca y un tercero a su esposa. En esas circunstancias le robaron a la familia los teléfonos y la camioneta y de inmediato se fueron. “El robo fue a las 6 de la mañana y la camioneta terminó apareciendo a las 6 y pico de la tarde en Fuerte Apache. Pudieron encontrar algunas huellas, pero que no pudimos vincularlas con la base de datos. Y bueno, ahora otra vez entraron a mi casa”, narró el juez.

Curioso lo que sucedió con este segundo robo: pese a que ingresaron y tuvieron tiempo de hacer lo que quisieran, porque no había nadie en la propiedad, los delincuentes revolvieron todo lo que quisieron y dejaron la casa dada vuelta. Sin embargo, sólo se llevaron una consola de videojuegos de uno de sus hijos. Por eso el juez concluye que es una situación de amedrentamiento hacia su persona.

“Si ustedes ven la casa, no es una casa en donde uno pueda presumir que existen bienes ni valores, y justo toda la casualidad después de esa causa del triple crimen, en donde traté de cuidarme muchísimo, pero bueno, yo ni siquiera tengo custodia personal”, subrayó.

Esto claramente tiene vinculación con ese expediente: la idea es tratar de amenazarme, de tratar de que yo baje los brazos en el trabajo que hice en una causa donde yo terminé declarándome incompetente con una extensa resolución donde hablo de todas las bandas del narcotráfico. Estoy muy preocupado: es difícil acostarse a dormir y no pensar que voy a levantarme a las 3 de la mañana con una pistola en la cabeza. Estuve hablando con mi esposa y tenemos que buscar una solución inmediata porque vamos a terminar mal”, reflexionó.

El juez que evalúa irse del país por la inseguridad

El magistrado descartó vinculaciones del poder político con el triple narcofemicidio ante la consulta de los periodistas que lo entrevistaron. “Eso no surge del expediente”, enfatizó, aunque lo que sí es un dato de la realidad es que el poder institucional en su conjunto no lo protege, porque jamás tuvo custodia. Y también lamentó su exposición: “creo que esta nota me pone más en peligro, me hace más vulnerable porque el silencio y la oscuridad por ahí genera incertidumbre a esas bandas criminales”.

Por último, reconoció que sus hijos le están pidiendo irse del país: quieren vivir en España, que es algo que no descarta. “Tengo la familia partida por completo. Todos tienen miedo por mí, yo tengo hermanos, y tengo miedo por ellos. Las personas tenemos principios morales y a mi edad son inamovibles. Yo lo que soy y no lo voy a cambiar nunca. Yo soy juez las 24 horas todos los días, es mi vocación. Pero tengo a mi mamá, que es una mujer de 80 años y es muy difícil contarle. Mi suegra está destruida y con razón, porque se meten con la familia. Han logrado lo que buscaban”, finalizó entre lágrimas.

Cabe recordar que los ataques a Pinos Guevara se enmarcan en un contexto de violencia creciente contra funcionarios judiciales. Hace dos semanas también fue víctima de una violenta entradera en su casa de Laferrere el juez de Garantías de Morón Jorge Rodríguez, y que en noviembre del año pasado también ingresaron a robar en la vivienda de la fiscal de Ituzaingó Gabriela Millán en el domicilio que habita en Castelar. También fue víctima de un asalto sangriento en su casa de Morón la madre del fiscal Claudio Oviedo.

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