Giro en la investigación de un caso que conmovió a la opinión pública. Al pequeño Enzo Uriel Domínguez, de apenas un año de vida, no lo mató a golpes la pareja de su mamá en la vivienda de Pontevedra que compartían: el nene fue víctima de un brutal abuso sexual y falleció a causa de un “shock hipovolémico” y “neurológico” derivado del espantoso ataque.
Así lo confirmaron los resultados de la autopsia practicada al cadáver del chiquito realizada a poco de descubrirse su deceso. En un primer momento se había sospechado que a la criatura la había matado a golpes Lautaro Damián Villarreal (19), pareja de María Milagros Domínguez (20), mamá de la víctima fatal, porque supuestamente no toleraba sus llantos. Pero no fue así.
“Establecimos que el padrastro le venía infligiendo malos tratos desde que comenzó la convivencia con la madre, aproximadamente en el mes de junio. De la autopsia surgieron distintos golpes de distintas datas, corroborado esto por otras pruebas y que la última vez que lo golpeó fue en el rostro la madrugada del día 14 de agosto”, detalló una fuente de la investigación consultada por Primer Plano Online.
Lo que se pudo establecer en el expediente, a raíz de los testimonios recopilados, es que en la mañana de aquel domingo del mes pasado, la mamá de Uriel fue hasta la casa de la suegra, enfrente de la suya, y el nene quedó con el acusado y con su propio hijo de la misma edad que la víctima. Fue en esas circunstancias que lo violó pero con una violencia tal que le provocó un derrame interno que causó la muerte.
Por ese motivo, la fiscal María Alejandra Bonini, de la Fiscalía Nº 12 de Morón, especializada en delitos contra la integridad sexual, solicitó al Juzgado de Garantías interviniente que la madre de Uriel recupere su libertad, mientras que para Villarreal pidió que se le dicte la prisión preventiva luego de indagarlo el viernes con el agravante en la imputación en su contra.
Si bien la mujer fue liberada porque para la justicia es ajena a la muerte de su hijo sí seguirá vinculada al expediente. “Había violencia de género en esa relación. Y más allá de que queda ligada a la causa para establecer si hubo acción u omisión de su parte en los malos tratos al bebé, en cuanto a los abusos y posterior muerte ella no es responsable”, completó la fuente consultada.
Como informó Primer Plano Online, la conmoción que provocó la muerte de Uriel se descubrió luego de que el chiquito llegue sin vida al hospital Materno Infantil de Pontevedra, a donde fue trasladado por su mamá con hematomas en el cuerpo y una hemorragia rectal.
Cuando los médicos indagaron a la mamá sobre lo sucedido, fuentes policiales y judiciales confirmaron que ella culpó a su pareja, que no es el padre del nene, lo escuchó llorar y le propinó “una golpiza” que lo dejó inconsciente. Después, la amenazó de muerte para que no cuente nada. Pero un mes después del hecho se descubre la verdad.
En un primer momento la justicia dispuso de inmediato las detenciones de María y de Lautaro, mamá de Uriel y su pareja, a quienes les imputaban el delito de homicidio, en el caso de la madre agravado por el vínculo, que tiene una pena en expectativa de perpetua. Pero tras las pericias de rigor la causa dio un abrupto vuelco.
El hecho ocurrió en una vivienda de la calle Uruguay, entre Costa Rica y Onelli, de la localidad de Libertad. Y desató también una guerra entre las familias, que se acusaban mutuamente por la muerte del nene. Ahora, con los resultados que pudieron establecer los análisis de rigor, se conoce la verdad.