Al cumplirse el tercer aniversario de su desaparición y posible hundimiento que aún investiga la justicia, los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan serán homenajeados en un acto en la Base Naval de Mar del Plata, con la presencia de autoridades del Ministerio de Defensa y la Armada Argentina, y de familiares de marinos, quienes recibirán las insignias del ascenso post mortem otorgado por el Gobierno nacional.
La ceremonia se desarrollará en la Plaza de Armas del predio naval marplatense, muelle natural del buque, que naufragó el 15 de noviembre de 2017 en el Atlántico Sur tras reportar un principio de incendio en la sala de baterías de proa. Posteriormente, familiares y allegados de los tripulantes se concentrarán desde las 12 frente al puesto de guardia de la Base, para reponer junto a vecinos de la ciudad las banderas con mensajes para los tripulantes en el cerco perimetral del predio. Desde las 12.15, trasmitirán además por Facebook y Youtube un video de homenaje para los tripulantes.
Como se sabe, un día después de cumplirse el primer año de su desaparición, el submarino fue hallado a 907 metros de profundidad, a unos 500 kilómetros del Golfo San Jorge, a la altura de Comodoro Rivadavia, donde todavía permanece.
Primer Plano Online rinde tributo a los 44 héroes en nombre de uno de ellos, vecino de la región oeste. Es Luis Marcelo Leiva, quien nació y se crió en González Catán, partido de La Matanza. Desde ese humilde lugar asomó su honor al mundo y hoy ya se ganó un lugar en el recuerdo de la nación.
Luis nació el 16 de enero de 1978, tenía cinco hermanos e ingresó a la Armada con tan sólo 16 años para completar sus estudios secundarios. En su última misión estaba como buzo, aunque la cocina era su punto fuerte. Y como no le gustaba la sopa los guisos no preparaba esos platos, por lo que sus camaradas lo adoraban y lo designaban para la alimentación del grupo.
Luis era hincha de Boca, amaba jugar al fútbol, estar con sus amigos y con sus hijos. Tocaba la guitarra, era un gran jugador de truco, y se definía como un pibe bien de barrio. Para su familia, lo más importante es recordarlo como un tipo que fue feliz, extremadamente gracioso, y que siempre tenía salidas que lo hacían único.
