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viernes, marzo 28, 2025
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El empresario de Ituzaingó condenado por amenazar a su familia ahora quedó preso por intento de estafa

Aldo Daniel Argüelles quiso hacer pasar por robada su camioneta y hasta denunció el hurto en la comisaría 7ª de Castelar, jurisdicción en la que tiene domicilio. Sin embargo, la maniobra fue descubierta por la Policía: el rodado había sido llevado a un taller para su desguace y luego cobrar el seguro. Por sus antecedentes la justicia lo dejó detenido y hasta el momento le negó la excarcelación.

El empresario de Ituzaingó Aldo Daniel Argüelles (58), dueño de la firma Maquimax y condenado por la justicia de Morón por haber amenazado a su exesposa y a uno de sus hijos, ahora se encuentra detenido en General Rodríguez acusado de haber fraguado el robo de su camioneta para enviarla a desguazar a un taller y cobrar el seguro.

La causa en cuestión, que es distinta a la anterior pero que tiene nexos porque en el local ubicado sobre colectora norte de la Autopista del Oeste, casi en la esquina de la bajada de Santa Rosa, en Ituzaingó, ya hubo un incendio sospechoso hace un par de años que siempre se pensó que tuvo que ver con el intento por recibir un monto de dinero de parte de la aseguradora del lugar.

Pero lo que sucedió ahora es distinto. Es que en diciembre pasado Argüelles denunció el hurto de su camioneta, una VW Amarok ploteada con la firma de su compañía, en jurisdicción de la comisaría 7ª de Castelar norte, en Morón, donde tiene domicilio su actual pareja, identificada por fuentes de la investigación como Miriam Adriana Gastaldi (59). La presentación fue realizada el 14 de enero pasado.

Empresario Aldo Argüelles detenido

Sin embargo, el rodado contenía un dispositivo de rastreo de la firma Lo Jack, al que había dado de baja pero no quitó del rodado. Ese sistema indicó el lugar en el que se encontraba. La antena reportó en un domicilio de la calle Moreno al 700, entre avenida España y Pedro Whelan de General Rodríguez. Desde ese lugar un operario de la empresa del rastreador llamó al 911 para dar aviso del hallazgo.

Cuando la Policía llegó al lugar se encontró con la novedad. El propietario del lugar, Juan D.T. (53) informó a los investigadores que a él le habían llevado el vehículo el pasado 21 de diciembre “con una grúa y sin motor, que se encontraba en una rectificadora”. Lo único que tenía que hacer el mecánico era armar nuevamente la parte del motor a reparado y quitarle el ploteo a la Amarok.

El hallazgo de la camioneta y la detención de Argüelles

Cuando encontraron la camioneta, la Policía se comunicó de inmediato con Argüelles y Gastaldi, quienes ratificaron ante el personal policial la denuncia del robo. Sin embargo, el relato de la pareja incurrió en contradicciones y las cámaras de seguridad que revisaron los investigadores permitieron constatar que el rodado estaba en el taller desde diciembre pasado, tal cual los dichos del mecánico.

Por eso la fiscal Alejandra Rodríguez, de la UFI Nº 9 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez solicitó la detención de Arguelles y la aprehensión de su novia en orden a los delitos de falsa denuncia, falso testimonio y estafa en grado de tentativa, porque no alcanzó a cobrar el seguro. Si bien la mujer recuperó su libertad, el empresario permanece detenido: la justicia de Garantías le negó la excarcelación por sus antecedentes penales.

Cabe recordar que el 26 de diciembre de 2022, la jueza Correccional de Morón Adriana Angriman condenó a Argüelles por los delitos de amenazas simples reiteradas y desobediencia a la autoridad. La pena impuesta fue de un año y cuatro meses de prisión en suspenso. La magistrada revocó su propio fallo meses después y solicitó que sea de cumplimiento efectivo al constatar los incumplimientos del empresario.

Es que en agosto de 2023, cuando todavía no se había cumplido el plazo, el imputado volvió a agredir a su exmujer, según denunció la víctima. El tema es que tenían comercios contiguos: al lado de Maquimax, la mujer y su hijo administran un local de ropa de trabajo. “Ves, me paro acá cuando quiero, me cago en los jueces, en la Policía… Te voy a seguir viendo cuando quiera y vos vas a seguir acá hasta que yo quiera”, le espetó Argüelles a la denunciante según expuso la víctima.

Después de la apelación de rigor, y luego de varias idas y vueltas en el expediente, la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Morón, integrada por los jueces Elisabet Fernández y Fernando Bellido, priorizó el valor de la vida por encima del interés comercial y el derecho al trabajo y fijó una restricción perimetral de acercamiento de un empresario a su expareja y uno de sus hijos mucho más amplio que el concedido originalmente, que era de cinco metros primero y de 500 después.

El impedimento, a cumplir con pulsera electrónica, es de 1000 metros hacia madre e hijo con otro dato: si bien la condena fue en la fecha mencionada, la cuenta regresiva volvió a cero por las reiteradas faltas de Argüelles, a quien ahora se le suma esta causa en Rodríguez.

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