Con la presencia de 1300 invitados, el Club Morón celebró sus 125 años en su sede de la calle Bernardo de Irigoyen 138 de Castelar sur.
Sus socios tuvieron la posibilidad de retirar en forma gratuita 4 entradas cada uno para asistir con familiares o amigos y disfrutar de este significativo aniversario de la tradicional institución fundada en 1898.
En una tarde-noche única, llena de historia, alegría emoción y camaradería estuvieron presentes socios, padres de los deportistas del club, integrantes de la Comisión Directiva y autoridades regionales, tal es el caso del intendente de Morón, Lucas Ghi, que transmitió a los presentes su entusiasmo por la labor social y deportiva encarada en estos años por el club y brindó su franco reconocimiento a la institución.
Para comenzar oficialmente el evento, cada uno de los deportistas del club de las distintas categorías de básquet, vóley, tenis, fútbol, telas, taekwondo y gimnasia artística recibieron una medalla. Además, por cada categoría hubo una mención especial al mejor compañero del equipo que fue votado por sus pares.
Más tarde hizo uso de la palabra el presidente del club, Andrés Llinares, quien felicitó al cuerpo de empleados de la entidad que son los que “realmente traccionan la maquinaria para que la institución pueda funcionar”. Asimismo, el directivo destacó el papel de los profesores de cada una de las disciplinas que se practican allí “por su calidad, que queda demostrada por la cantidad de chicos que tenemos”, remarcó.
Para finalizar con el tramo formal de la celebración, Llinares puso énfasis en dejar en claro que “el club es de todos; no es de la Comisión Directiva ni de un particular. Este club no es como un cable operador, que si no tengo señal le hago el reclamo porque yo pago por ese servicio. Acá todos pagan para ser socios, para tener ‘acciones’ del club y todos somos parte, trabajamos y buscamos soluciones cuando se presentan los problemas”, graficó.
Después llegó la hora de la presentación del grupo Cumbia Pop Brujas y un Dj que tocó para hacer bailar sin pausa a los presentes.
Además, se dispusieron 5 food trucks con excelente gastronomía y una kermese muy divertida para el disfrute de los más pequeños, y los más grandes tuvieron a su disposición el gimnasio donde se destinó la mitad del espacio para jugar al fútbol y la otra mitad para juegos de básquet.
Así concluyó una velada familiar en la que los presentes disfrutaron del privilegio de ser parte de una entidad social y deportiva con identidad propia, con pasado, presente y mucho futuro.
