Después de la carta que publicó Primer Plano Online redactada por una familia de Hurlingham que denunciaba discriminación contra su hija con discapacidad intelectual, la comisión directiva del Centro de Fútbol Infantil (CFI) salió a dar su versión de los hechos y a dar cuenta de una realidad diferente a la expuesta por papá y mamá de la jugadora en cuestión.
Mediante un posteo en la red social Instagram, la entidad deportiva se refirió a “hechos de suma gravedad” ocurridos el sábado pasado -1 de noviembre- durante el partido que disputó la Tercera Femenina del club contra Nuevo Inter de Ituzaingó. “Finalizado el partido, la madre de una de las jugadoras agredió físicamente al entrenador del equipo, propinándole una cachetada en la espalda. Tanto ella como el padre de la menor -miembro de la Policía de la Provincia de Buenos Aires- ya habían amenazado previamente al cuerpo técnico, lo cual ha generado un profundo clima de temor e Inseguridad entre nuestros entrenadores, jugadoras y familias”, indica el texto.

Hasta ahí el relato de un hecho del que Primer Plano Online no tenía conocimiento porque no formaba parte de la denuncia pública hecha por la familia. Después de dar cuenta del incidente, desde el CFI también analizaron el contexto y hasta evaluaron la “problemática intrafamiliar de violencia” por el que atraviesa la futbolista en cuestión.
“Desde el CFI queremos dejar en claro que siempre hemos incluido y acompañado a la jugadora, procurando brindarle un entorno de contención, integración y desarrollo deportivo, conscientes de la problemática intrafamiliar de violencia que atraviesa y de su condición de discapacidad”, manifestaron en su descargo.
La familia radicó denuncia policial
Asimismo, reflexionaron que esa agresión al director técnico “ha sobrepasado los límites tolerables de convivencia y respeto, por lo que solicitaron “la intervención inmediata del Municipio de Hurlingham, a través de las áreas de Desarrollo Social, Niñez y Adolescencia, Seguridad y Deporte, con el fin de garantizar la protección y asistencia de la adolescente, y el resguardo de todo el plantel y personal de la institución”.
Es más: informaron que hubo otros clubes que se solidarizaron con el CFI “manifestando haber padecido situaciones similares con los mismos adultos involucrados”. Por último, indicaron que “repudiamos enérgicamente las acciones de difamación y desprestigio hacía nuestra institución realizadas por familiares de la mencionada jugadora”. “El Club Centro de Fútbol Infantil (CFI) reafirma su vocación por el deporte como herramienta de Inclusión, contención y crecimiento, y su compromiso inquebrantable con los valores de la no violencia, el respeto y la convivencia”, concluye la misiva.
De todos modos, el capítulo promete continuar: la familia de la joven involucrada presentó ayer en la comisaría 3ª de Las Cabañas, en Ituzaingó (jurisdicción en la que se jugó el partido del sábado), una denuncia penal contra el entrenador de la categoría en que juega la chica por “actos discriminatorios y violencia psicológica”. “Nuestro reclamo es justo, para darle un lugar a nuestra hija y nos responden con difamaciones. Que la justicia resuelva ahora”, respondió Pablo, el papá de la futbolista.








