El caso conmovió a la opinión pública, pero como ocurre casi siempre, el resultado final y la cobertura del desenlace es materia exclusiva de Primer Plano Online. Se trata del asesinato de la oficial de la Policía bonaerense Lourdes Espíndola, cuyo crimen está siendo ventilado ante el Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Morón y por el cual hay dos acusados sentados en el banquillo.
Se trata de Jorge Pablo Di Blasi, alias ‘Pichu’, y Pablo Manuel Frascarelli, conocido como ‘Rojo’, quienes llegaron detenidos al debate oral y público ante los jueces Humberto González, Osvaldo Cedarri y Aníbal Termite. El fiscal del juicio es Patricio Pagani y la familia de la víctima, representada por abogados aportados por el Ministerio de Seguridad bonaerense, está presente en cada una de las audiencias con una bandera con el rostro de la joven y la leyenda que en una sola palabra resume lo que buscan: “justicia”, portada por papá Juan Espíndola y mamá Adriana Silvana Jofre.

A Lourdes (25), integrante del Comando de Patrullas de Moreno, la asesinaron el 28 de julio de 2018 mientras esperaba para tomar el colectivo de regreso a su casa, en Berazategui. A diario hacía ese recorrido, de casi tres horas de viaje. La agente acababa de terminar su turno, y se disponía a buscar a su hijito de seis años. Poco antes de las 19, después de terminar su turno, Lourdes aguardaba en la parada de Pérez Quintana a metros de la colectora de Autopista del Oeste cuando fue abordada por los atacantes, que se desplazaban en un Renault Clío color oscuro.
Ese coche, que circulaba de contramano, frenó bruscamente y desde el lado trasero izquierdo bajó un sujeto con dos armas en sus manos que gritó “tírense todos al piso”. La oficial y el resto de las personas que estaban allí hicieron caso sin oponer resistencia. A Lourdes, que estaba con su uniforme reglamentario, el delincuente le pegó un disparo en la cabeza. Todo indica que quien le disparó fue Di Blasi.

Herida, la joven logró en medio del pánico sacar su celular y enviarle un audio de WhatsApp a su pareja de entonces, Fernando Altamirano, también policía y miembro del Comando de Patrullas de Moreno. “Me tiraron un tiro, me tiraron un tiro, me muero, me muero”, se la escucha decir desesperada.
Una compañera del peaje, avisada por Altamirano, se acercó al lugar y encontró a Lourdes tirada a metros del paredón del barrio Los Pingüinos. La cargó en un auto y la llevó al Hospitalito de Brandsen (todavía no se había inaugurado el Hospital del Bicentenario), donde debido a la gravedad del cuadro la derivaron de urgencia al Posadas. A las 24 horas del ataque le habían declarado la muerte cerebral, y poco después falleció. Su familia decidió donar los órganos para salvar otras vidas.
LAS EVIDENCIAS REUNIDAS
Hasta el momento, las pruebas reunidas en el expediente y con el testimonio de testigos en el juicio indican que fue Di Blasi el autor del disparo fatal. Hubo, de todos modos, varios inconvenientes para llegar al debate, debido a que personas que atestiguaron de una manera durante la instrucción no participaron del debate. La teoría final del caso está siendo elaborada tanto por el fiscal como por la querella que representa a la familia de Espíndola, en manos de abogados puestos por el Ministerio de Seguridad bonaerense, al igual que por los defensores de ambos acusados.

Un dato no menor: por diversos indicios se sospecha que en el auto en que el viajaban los acusados había tres personas. Es decir, falta alguien más en el juicio. Otro elemento a considerar es que no hubo cámaras de seguridad que registraran el ataque. Sí hubo filmaciones que captaron al Renault Clío en el que viajaban los asesinos en una estación de servicio pocos minutos después del crimen.
Frascarelli también está acusado de haber robado en una remisería de Morón sur en la que trabajó, por lo cual varios testigos del hecho lo reconocieron y, al denunciar el hecho, lo identificaron con nombre y apellido. Pero claro está que se trata de un delito de menor pena en expectativa que un homicidio. En la casa de Di Blasi, sobre la calle El Tordo al 1000, en Ituzaingó, se incautó el arma con la que mataron a Lourdes (un revólver Taurus calibre .357) y en la del otro acusado otra pistola de menor porte. Ambos viven cerca de donde mataron a la uniformada.
Los imputados declararon en la instrucción y negaron haber estado en el lugar del hecho. Es más: coincidieron en decir que esa jornada estuvieron en sus casas, pero uno de los registros fílmicos incorporados a la causa desmiente esa versión: aparecen en el comercio de combustibles al rato del crimen.
LA NENA QUE VIO TODO Y LOS CARGOS
Una nena de diez años que también esperaba el colectivo con su papá en aquella tarde le vio la cara al asesino y lo identificó en cámara Gesell y luego mediante un reconocimiento presencia. “Ese rostro se grabó a fuego en su memoria, lamentablemente para ella, pero afortunadamente para la investigación”, detalló una fuente de la investigación consultada por Primer Plano Online.

Los cargos contra Di Blasi son por homicidio agravado por la condición de Policía de la víctima, por el uso de arma de fuego, el robo agravado por el uso de arma de fuego (porque le llevaron la pistola) y tenencia ilegal de arma de guerra debido a las dos armas secuestradas en su casa: una tumbera y la 357 con la que asesinaron a Lourdes. En el caso de Frascarelli también está acusado del robo agravado cuya aptitud para el disparo no puede darse por acreditada (el asalto a la remisería) y también portación ilegal de arma de guerra (una pistola calibre 11.25 que le incautaron en su casa).
La pena en expectativa no es otra que perpetua para el acusado de disparar, aunque recién se conocerá con el pedido de condena que realicen las partes con sus alegatos. Luego llegará el turno del veredicto del tribunal.