Hace cuatro años, Deportivo Morón pegaba uno de los gritos más fuertes de su historia. Tras 27 años de sequía lograba (por segunda vez) el ascenso a la Primera Nacional, la segunda categoría del fútbol argentino, y desataba la locura de su parcialidad. Un equipo que no arrancó como candidato y que se fue acomodando con el correr de los partidos para terminar sacando una amplia diferencia y consagrarse varias fechas antes del final.
Milton Álvarez; Cristian Broggi, Valentín Perales, Emiliano Mayola y Nicolás Martínez; Nicolás Ramírez, Cristian Lillo, Emmanuel Giménez y Rodrigo Díaz; Damián Akerman y Javier Rossi fueron los once futbolistas que mandó a la cancha el entrenador Walter Otta. Con goles del ‘Rengo’ Díaz a los 5 y del ‘Bicho’ Rossi a los 14, ambos del primer tiempo, el ‘Gallo’ derrotó 2 a 1 a Platense en la noche de martes 6 de junio de 2017 y gritó campeón, pese a las dudas que llegaron con el descuento de Luis Quiroga en el minuto 86 de juego.
“Yo siempre supe que íbamos a ser campeones”, señaló el expresidente del club, Alberto Meyer, en una entrevista con la 94 Sports. “Fueron momentos inolvidables donde todos colaboramos para que esto se logre”, sumó Otta, que participó del programa de manera telefónica. “Esta sorpresa es la frutilla del postre”, le devolvió el exmandamás, al tiempo que reconoció la capacidad del técnico para haber llevado al plantel a la consagración.
En un espacio que sirvió para los elogios mutuos también hubo lugar para las anécdotas, algunas graciosas, otras divertidas de contar pero muy extenuantes de vivir. “En el campo decimos que uno conoce al pájaro en la cagada. Y realmente, cuando te vi, dije este hombre sabe. No me lo pierdo. Y fuiste mi pájaro, el símbolo de esta epopeya”, lo acarició Meyer al técnico.
Y Otta le devolvió: “no quiero dejar de hacer a Alberto responsable de una de mis arterias tapadas. Un día fuimos a buscar un predio para pretemporada y nunca vi un tipo que maneje a 180 kilómetros por hora, que hable por teléfono, mande mensajes con la otra mano y se de vuelta para hablar con Félix (Benito), todo al mismo tiempo. Ahí empezó la arteria a taparse”, finalizó el actual DT de Atlético de Rafaela.