La justicia de Garantías de Morón convirtió en prisión preventiva la detención de Santiago Martínez, el joven que le rompió la cara con un vaso de vidrio a Nicolás García en el boliche Roba Bruja de Hurlingham y le hizo perder la visión del ojo izquierdo.
Así lo resolvió la jueza Marianela Tschifelly tras el pedido hecho por la fiscal Valeria Courtade, de la Fiscalía Nº 3 de Morón, aunque en el medio la magistrada tomó una determinación que le cambia el encuadre legal al caso. En rigor, le sacó todos los agravantes que le daban una perspectiva de género a la causa y la sintetizó en homicidio simple en grado de tentativa.
En cuanto a la posibilidad de que continúe cumpliendo pena en la cárcel, ahora la jueza tiene cinco días más para solicitar cupo en una unidad carcelaria del Servicio Penitenciario Bonaerense o decidir algún tipo de morigeración como el arresto domiciliario con tobillera electrónica. Como sea, si la medida fue dictar la preventiva es porque la justicia considera que hay riesgos procesales.
En el pedido para que siga detenido la fiscal Courtade había considerado a Martínez como autor del delito de homicidio agravado en grado de tentativa por haber sido cometido con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que mantuvo una relación de pareja. Es decir, que el acusado atacó a Nicolás con una copa rota para castigar a su exnovia, con la que había cortado la relación varios meses antes.
Al respecto hay un audio de esa noche en que el imputado señala “Yo le dije al guachín, te hacés el amigo y te la comés adelante mío”, con lo cual reconoce sus intenciones de hacer lo que hizo. Posteriormente, ya en su indagatoria judicial estando preso, confesó sentirse “profundamente arrepentido” por su accionar y sentir “una gran preocupación” por el estado de salud de Nicolás. Sus defensores solicitaron, en paralelo, un cambio de carátula a lesiones graves y que la justicia excarcele al agresor, en una clara estrategia de defensa.
Como consecuencia de la bestial agresión, García sufrió la pérdida de la visión del ojo izquierdo y está en tratamiento para reconstruir su rostro, que quedó seriamente dañado. “Es obvio que es mentira”, reflexionó Nicolás cuando este medio lo indagó sobre el arrepentimiento expresado por Santiago Martínez. “Después de lo que me hizo no hay perdón que lo pueda defender”, expresó.