El Gobierno Municipal de Ituzaingó comunicó a última hora de ayer que iniciará acciones legales “por daño ambiental colectivo” y “afectación a la calidad de vida de los vecinos” contra “la cadena de responsables” del siniestro ocurrido en el kilómetro 26 de la Autopista del Oeste, donde un camión perteneciente a la Empresa Lozada provocó una nube tóxica.
Al respecto, el intendente Alberto Descalzo aseveró: “estamos muy preocupados por las sustancias tóxicas que sobrevolaron los barrios de Ituzaingó, afectando la salud de nuestra comunidad. Asimismo, llama mucho la atención la falta de señalización del camión y el desconocimiento del chofer sobre el proceder en el caso”.
El jefe comunal agregó: “estamos iniciando una investigación para conocer la sustancia que se estaba transportando, porque si bien en la carta de porte figuraba que era un herbicida, no tenemos certezas que así sea. Y ese camión, sin señalización, sin cuidados y con una carga peligrosa circuló por la autopista desde el Puerto de Buenos Aires, es decir, atravesó muchísimos lugares sin cuidado alguno. Alguien tiene que ser responsable de semejante negligencia”.
Como informó Primer Plano Online, el rodado fue removido en el mediodía de ayer tras el trabajo de un esquipo especializado y único en el país. Se trata de la Compañía de Ingenieros Química, Biológica y Nuclear y Apoyo a la Emergencia 601 del Ejército Argentino, al mando del comandante César Guillermo Mander, cuyos integrantes se hicieron presentes por indicación del ministro de Defensa, Jorge Taiana.
El grupo fue recibido por el jefe de Gabinete local, Pablo Descalzo, y tuvo bajo su órbita la descontaminación del químico remanente y el enfriamiento del camión, que ya fue trasladado a Campo de Mayo para las pericias posteriores. Mientras, la investigación está centrada en determinar la sustancia que transportaba el camión, ya que si bien en la documentación al interior del vehículo figuraba que trasladaba CLETODIM al 94%, un herbicida sistémico no residual con clasificación de toxicidad 3, aún se están realizando las pericias correspondientes para corroborar su veracidad.
“Fueron alrededor de 50 los vecinos que se acercaron a diferentes guardias médicas con afecciones en la garganta, en los ojos y dificultades respiratorias. Entre las personas damnificadas se encuentran integrantes del Cuartel de Bomberos Voluntarios, quienes han sufrido lesiones en sus piernas. El Municipio se encuentra realizando un seguimiento de los vecinos afectados”, ahondó Descalzo.
Y remató: “tenemos que tener presente que desconocemos si el derrame puede traer consecuencias en el futuro y también debemos preservar y pensar en el daño que pudo ocasionar al ambiente. Resulta imprescindible que esto no vuelva a ocurrir, por eso vamos a declarar la emergencia ambiental y sanitaria”, finalizó.
RESEÑA
Alrededor de las 18 del día pasado miércoles 22 de febrero, personal de Seguridad Vial de la Autopista del Acceso Oeste identificó un camión Iveco circulando con pérdida de líquido que emanaba olor a GNC, por lo cual se lo detuvo para controlar su carga. Al hacerlo, se tomó conocimiento que el sistema de refrigeración en el cual trasladaba la carga se encontraba sin funcionamiento. Es por eso que la principal hipótesis es que falló la cadena para mantener aislado y bajo temperatura al producto que hizo combustión.
Minutos después de su detención, el vehículo comenzó a derramar una sustancia líquida que, en contacto con el aire, provocó una columna de humo blanco altamente tóxica que se dispersó por las zonas aledañas. Inmediatamente acudieron al lugar los bomberos voluntarios de Ituzaingó, el equipo de Defensa Civil del Municipio, agentes de las Fuerzas Policiales y la Dirección de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas de la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de dar una respuesta ante la emergencia.
Durante varias horas, los servidores públicos realizaron distintas acciones de prevención y se procedió a la apertura del camión. Tras unos instantes de salir humo de su interior, espontáneamente, la caja del semirremolque comenzó a incendiarse. El fuego produjo nuevamente emanaciones, en este caso de humo por el incendio, y fue rápidamente controlado.
LA VOZ DE PERSONAS AFECTADAS
Tal como reportó Primer Plano Online desde el momento inicial del siniestro, la nube tóxica afectó a la salud de la población cercana y no tanto al lugar. Problemas respiratorios, inflamación en los ojos y picazón en la garganta, además de náuseas y vómitos, fueron las principales dificultades por las cuales medio centenar de vecinas y vecinos acudió a centros asistenciales.

Marilú, una comerciante que tiene el negocio familiar a diez cuadras del peaje troncal, contó a este medio que “estaba trabajando, salí a la vereda y empecé a sentir como olor a gas”. “Entré de nuevo al local y lo comenté, porque pensé que era una pérdida nuestra. Pero de repente empezaron a arder los ojos, abrimos la puerta para que circule aire y fue peor: una nube de humo nos invadió”, reseñó.
De inmediato su hija, que estaba con su bebé, salió corriendo del comercio y se fue hacia el auto que tenía en la esquina para poner a resguardo a la criatura. “Y ahí se encontró con una cortina de humo que se expandió por todo José María Paz”, sintetizó. Atrapadas por el susto cerraron el negocio, cortaron la luz y pusieron primera para escapar del lugar rumbo a la zona de la calle Brandsen, donde viven.
Ella sufrió picazón en los ojos, molestias en la garganta y sintió la lengua como dormida. Y, en las horas posteriores, tuvo una suerte de “malestar estomacal” que la afectaba de a ratos.
Otra vecina llamada Gabriela, habitante de la calle Lola Mora al 200, a una cuadra y media del lugar del derrame, reveló que su hija, que estaba en el patio de su casa, entró de golpe porque se empezó a sentir mal y ahí sintieron ambas la irritación. “Fue un gran susto, sobre todo por el desconocimiento de no saber qué era”, expresó ante la consulta de este medio.
La paranoia rápidamente se apoderó de la escena, y recién a partir de empezar a leer por redes sociales lo que estaba pasando pudo tener algo de certidumbre. Un vecino de la cuadra, que es funcionario del Municipio, se puso a disposición para evacuar a las personas que lo necesitaran, en coordinación con la Policía para patrullar la zona y evitar que la gente que tuviera que irse de sus domicilios sufran algún episodio de inseguridad.
La mujer también destacó que los servicios de emergencias enviados por el gobierno local acercaron barbijos y gafas para que la gente se ponga a modo de protección. “Nos sentimos contenidos en medio de una situación que causó mucha tensión y ante la desesperación de las familias. Nos dura aún la picazón y el malestar, pero por suerte lo peor ya pasó. Agradezco a todos mis vecinos, que se portaron muy bien”, completó.
