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sábado, marzo 15, 2025
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Después del ‘panazo’, los panaderos esperan tener “un acercamiento con las autoridades” para plantear reclamos del sector

Luego de la fuerte movida realizada el miércoles pasado en el Congreso nacional para exteriorizar la crisis que atraviesan las panaderías de todo el país, afectadas por los incrementos en el costo de la actividad a partir de la suba de las tarifas de servicios públicos, de la harina y la baja en el consumo generalizado, los referentes del sector aguardan ser convocados por las autoridades gubernamentales para entablar un diálogo que les permita enfrentar el momento y evitar el cierre de comercios y las respectivas pérdidas de fuentes de trabajo.

“Lo que esperamos es poder tener una cercanía con las autoridades, cosa que hasta ahora no pasó. Una de las bases del comercio en Argentina es la panadería, que además produce, genera mano de obra genuina. Hay más de 40 mil panaderías en todo el país que hoy son fuente de 400 mil puestos de trabajo”, señaló Rodolfo Silva, presidente del Centro de Panaderos Industriales del Oeste, en conversación con el programa periodístico Primer Plano Recargado.

A la hora de graficar los inconvenientes que enfrentan los dueños de panaderías, el dirigente señaló que los aumentos en las tarifas alcanzaron el 1490% en el servicio eléctrico, el 1297% en gas y el 996% en agua, además de las subas «indiscriminadas» en las materias primas, como ser la harina, principal insumo para la producción de pan, facturas y demás productos que se elaboran en los comercios del rubro. A modo de ejemplo, en diciembre de 2017 la bolsa de 50 kilos de harina costaba, en promedio, $ 300, cuando hoy vale entre $ 450 y $ 500 y ya les avisaron que la semana próxima pasará a $650. En el caso del trigo, hoy el valor oscila entre los $ 5.000 y $6.000 la tonelada, cuando hace cuatro meses, costaba entre $ 2.500 y $ 3.000

Esa fuerte suba en el costo de la harina y la escalada de la tarifa de agua y luz amplió muy fuerte la brecha de precios del pan, que pasó de entre $ 34 y $ 36 en enero a entre $ 40 a $ 55 en la actualidad. En este contexto, además, «las ventas en las panaderías cayeron un 70%», puntualizó Silva «debido a la baja en el poder adquisitivo de los consumidores».

Asimismo, el comerciante citó que las panaderías son una industria que va más allá de la venta del producto final. Por caso, da trabajo a toda la mano de obra que está activa en el campo para producir trigo; provoca venta del combustible que se utiliza con la logística a través de los camiones, al igual que los choferes que se emplean para la distribución de esa producción; los trabajadores que realizan la carga y descarga de materias primas; y la cantidad de impuestos que provoca la actividad a nivel provincial y municipal a lo largo y a lo ancho del país.

“Creemos que nunca fuimos reconocidos como una polindustria por estar atomizados, por eso el reclamo de hoy. Fuimos a paritarias y también nos mintieron: cerramos un 15% pero teníamos un 8% no remunerativo, o sea que el trabajador se lleva el 15 pero nosotros al Estado le tenemos que pagar un 23 por ciento”, concluyó Silva.

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