Trabajadores de la empresa Coppel en Liniers denuncian el “despido arbitrario” de un compañero, que consideran fue echado de su empleo a raíz de un “claro caso de hostigamiento y persecución sindical”. De fondo, la figura de uno de los delegados gremiales, denunciado y a punto de ir a juicio por abuso sexual.
“El telegrama dice que el despido es por reducción de personal, pero claramente la causa es otra. Es un compañero que se sumó como lista opositora a la conducción del Sindicato Empleados de Comercio de Capital Federal (Seccaba) y enfrentamos al oficialismo de ese local”, detalló a Primer Plano Online Noelia Pieruzzini, vecina de Morón y trabajadora del lugar.
Según contó la mujer, para que haya un despido bajo esa condición la empresa debería haber comenzado un proceso previamente ante el Ministerio de Trabajo para avisar de una situación de crisis, cosa que no hizo. Por eso talla la noción de una persecución del cuerpo de delegados, en donde uno de sus referentes enfrenta causas por abuso sexual, una particularmente a punto de ser llevada a juicio.
“Cuando supimos del despido fuimos al gremio a avisar de lo que había pasado y nos atendieron bien, esperamos que se pueda rever. El sindicato se comprometió a acompañarnos al Ministerio de Trabajo para que dejen sin efecto el despido y que cese el hostigamiento, porque hay otros trabajadores que reciben llamados anunciando más ceses”, agregó Noelia.
Ella en particular es una de las denunciantes del delegado Daniel Carlos Benítez, a quien demandó en la justicia por abuso sexual. La causa ya fue elevada a juicio porque “las pruebas contra él fueron contundentes”, refirió la empleada. El debate se llevará a cabo ante el Juzgado Nacional Nº 33 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Hay también otra convicción: la persecución deviene de un intento de pelear por la conducción del sindicato en la tienda de Liniers de Coppel, una de las 30 que tiene la empresa en el área metropolitana. “Hay un hostigamiento hacia las aproximadamente 20 personas que armamos esa lista hace dos años”, se sinceró Noelia. Son casi cuatro mil los trabajadores que emplea la firma.
Pieruzzini se reunió con el secretario de Organización del gremio, Luis Sainz, quien le aseguró que el sindicato “no avala los despidos” y que en cualquiera de los casos la situación “es grave”, tanto si es por “persecución ideológica y hostigamiento sindical” como si fuera el inicio de una cadena de cesantías que la empresa tiene pensado iniciar.
