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jueves, julio 10, 2025
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Cristina Fernández de Kirchner declaró en el juicio por el intento de asesinato y criticó la investigación judicial

La expresidenta estuvo sentada esta mañana ante el tribunal que juzga el intento de magnicidio y pidió hallar a los autores “intelectuales” del ataque sufrido en la puerta de su casa. En la primera jornada del debate, Fernando Sabag Montiel, principal imputado en la causa, reconoció que su intención había sido matarla.

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner declaró esta mañana como testigo ante el Tribunal Oral Federal N° 6, integrado por la jueza Sabrina Namer y sus pares Adrián Grunberg e Ignacio Fornari, en el marco de la causa que investiga el intento de magnicidio que sufrió en la puerta de su casa de Recoleta el 1 de septiembre del 2022.

La jornada tuvo un alto contenido político por las varias presencias que acompañaron a la exmandataria y de la militancia que se agolpó aguardando su presencia en la puerta de la dependencia judicial. Entre las varias personalidades se destacaron el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, además de referentes de diversas organizaciones.

Declaración de Cristina Fernández de Kirchner en el juicio por el intento de magnicidio
En su testimonio, CFK recordó la tapa de la Revista Noticias que la mostró con un ojo morado

En su larga exposición, Fernández de Kirchner afirmó, entre otras cosas, que no se dio cuenta que le habían gatillado en su cara y que fue informada del intento de asesinato cuando el hecho ya se había consumado y Fernando Sabag Montiel, el principal imputado, ya había sido detenido por las personas de seguridad que la custodiaban.

Asimismo, cuestionó la labor judicial en la investigación y enfatizó: “este es un juicio es contra de los autores materiales, y no a los autores intelectuales y financiadores del hecho. Más que un reclamo mío, tiene que ser una deuda que tienen que saldar con la democracia”.

Cristina habló de su custodia policial y de la violencia que sufrió en el ejercicio del poder

En otro tramo de su alocución, la expresidenta indicó que no es ella quien maneja la custodia ni mucho menos les da las instrucciones a seguir. “Yo no manejo la custodia, no les tomo lista. El jefe mi custodia es el mismo. Actuaron de la manera que actuaron siempre. Cuidándome, con las instrucciones de que no se pusieran en el medio de la gente y yo. No había forma de impedirlo”, indicó.

En otro de los fragmentos destacados resonó la frase “nunca sentí miedo de sufrir un atentado”. “Soy una militante que lo hice desde muy joven, y creía que el pacto democrático era donde la vida del otro estaba fuera de toda discusión. Cuando Alfonsín gana, fue con la consigna ‘Somos la vida, somos la paz’. El valor de la vida, a partir de la Guerra de Malvinas, fue algo que marcó muy fuerte a la sociedad argentina”, rememoró.

Y tuvo palabras dirigidas al exdiputado Gerardo Milman, quien fue investigado en el marco de la causa. “Milman dijo que ‘cuando la maten, voy a estar camino a la Costa’. Es como un nostradamus contemporáneo”. Además, sostuvo: “Los celulares de sus secretarias fueron borrados por el director de tecnología informativa del Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. Todo tiene que ver con todo”.

“Los que nos oponemos a esa entrega (del país) nos quieren eliminar con un tiro o con una sentencia, como tituló Clarín: ‘el tiro no salió, pero la sentencia sí’. Hay una sociedad muy compleja a la que le han alterado la psiquis”, intentó describir en relación a las motivaciones que llevaron a Sabag Montiel a pararse frente a ella e intentar asesinarla.

La ex presidenta sostuvo, asimismo, que sufrió “mucha violencia” por ser la “única mujer electa” para ocupar la presidencia de la Argentina y por las decisiones que tomó durante su mandato como, por ejemplo, crear una Asignación Universal por Hijo (AUH) o defender los derechos de los trabajadores. “Hay una innumerable cantidad de políticas que molestan”, se defendió.

Para finalizar, estimó que “viendo cómo otros dirigentes han endeudado el país y caminan como si nada y a mí me haya pasado esto… Dios sabe por qué hace las cosas. Soy muy creyente”. Y remató: “no se bancan que una mujer tenga razón y que no puedan rebatirle lo que hace con fundamentos. No sirvo como mascota del poder. Si un hombre se opusiera a lo que me opongo yo, no les molestaría tanto. No soy feminista, pero tampoco no soy estúpida”, concluyó.

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