La justicia investiga diferentes pistas que fueron surgiendo en las horas posteriores al sangriento crimen de Juan Gregorio Díaz en Villa Tesei. El hombre de 42 años que fue perseguido luego de retirar a su hijo del colegio por dos delincuentes que literalmente produjeron una cacería en la vía pública para robarle la moto en que padre e hijo se movilizaban murió por la balacera que produjeron dos delincuentes, que también viajaban en moto, y desde entonces se intenta establecer quiénes fueron los asesinos.
La víctima, que era empleado de una clínica de Ramos Mejía, encontró la muerte tras ser baleado en la noche del jueves 7 de junio cuando regresaba a su domicilio de buscar a su hijo Juan Ignacio (15) del Colegio Parroquial Santa Marta, de Hurlingham, en cercanías del Shopping Plaza Oeste de Morón. Ambos se trasladaban a bordo de una motocicleta Duque 250 cuando, al circular por la calle Juan Kiernan, a la altura de Santa Mónica, sufrieron el feroz ataque.
Díaz padre recibió un disparo, pero continuó manejando hasta alejarse del lugar. Al llegar a la intersección con Oruro cayó al piso desvanecido. En ese momento, los malvivientes se acercaron a él, tomaron el vehículo y se escaparon. El hombre y su hijo, que también fue herido en el brazo izquierdo, fueron trasladados de urgencia al Hospital Posadas por una ambulancia del sistema de emergencias municipal 107, pero murió a las pocas horas en plena operación por dos paros cardíacos. Su hijo fue herido en el brazo.
Desde ese entonces la Fiscalía Nº 5 de Claudio Oviedo, que está en permanente contacto con la familia de la víctima, se aboca al esclarecimiento del hecho junto a la Policía bonaerense. Hasta el momento se produjeron al menos cuatro allanamientos y se secuestraron elementos que pueden resultar de interés para la causa. Incluso hay un menor detenido, con lo cual interviene la Justicia de Menores, y en los próximos días se sabrá cuál fue su participación en el crimen. En los procedimientos también se secuestraron motopartes de vehículos que habían sido robados y tenían pedido de secuestro y varias chapas patentes.
Según las imágenes de las cámaras de seguridad que registraron la persecución, fueron dos los atacantes, así que más allá del menor apresado estaría al menos faltando otro de los malvivientes que participó de la cacería contra Juan Díaz y su hijo.
