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lunes, mayo 19, 2025
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Crimen de Lucrecia Arias: preventiva para uno de los detenidos y liberan al que tenía el celular de la víctima

Diego Fernando Tevez, a quien los investigadores llegaron siguiendo la señal del teléfono que le robaron a la vecina de Castelar norte, recuperó su libertad por decisión del Juzgado de Garantías interviniente. Nahuel Hernán Palacios, sindicado como parte de la banda, seguirá en prisión hasta el juicio. Detalles de una resolución que será apelada por la Fiscalía.

La Justicia de Garantías de Morón dispuso liberar al sujeto que tenía en su poder el celular que le fue robado a Lucrecia Arias la noche del pasado 25 de enero, cuando la vecina de Castelar norte fue asesinada de un balazo en la puerta de su casa de la calle San Nicolás al 2000. En el mismo fallo, el juez firmó la prisión preventiva para Nahuel Hernán Palacios, sindicado como uno de los autores del conmocionante crimen.

Son cuatro los hechos que forman parte del expediente judicial. Por un lado, el robo del auto en el que se movilizaban los asesinos, ocurrido el 23 de enero frente a un domicilio de la calle Cavassa al 3200 de Caseros. Allí, los integrantes de la banda, que en principio eran tres, abordaron a una familia y le sustrajeron, a punta de pistola, el Peugeot 208 negro con el cual dos días después mataron a Lucrecia.

El mismo día del crimen de Arias, los delincuentes intentaron asaltar a un vecino de Castelar que llegaba a su vivienda de la calle Carlos Casares al 1800 en su auto. Una rápida maniobra defensiva de la víctima evitó que concreten el delito, pese a que fue también amenazado con armas de fuego. Unas horas más tarde cometieron el asesinato de Lucrecia, siempre al mando del mismo auto robado 48 horas antes.

Como se recordará, la hija de la mujer fue testigo presencial del hecho porque estaba con su mamá. Cuando ambas se aprestaban a ingresar a la vivienda, un auto les frenó de golpe y de su interior bajaron dos sujetos armados. La chica, menor de edad, descendió del lado del acompañante y se fue a la vereda de enfrente: se puso de espaldas para no ver lo que pasaba. “Te la re mandaste, la re pudriste”, declaró la joven, que sólo volteó su mirada tras escuchar el balazo, que resultó mortal.

LA INVESTIGACIÓN Y LAS DECISIONES JUDICIALES

Tras horas de seguimiento de cámaras de seguridad y cruce de datos de antenas de telefonía celular realizado por el secretario de la Fiscalía Nº 7 de Morón, Leandro Tommasone, el fiscal Matías Rappazzo solicitó al juez de Garantías Marcelo Manso la realización de una serie de allanamientos que derivaron en detenciones.

Justicia por Lucrecia
Lucrecia fue asesinada de un disparo cuando llegaba a su casa de la calle San Nicolás al 2000, en Castelar

La primera de ellas fue la de Diego Fernando Tevez, quien según se pudo determinar por medios tecnológicos tenía en su poder el celular que le fue robado a Arias la misma noche en que la asesinaron. De ese robo la propia familia se percató varios días después, tras el entierro, porque inicialmente sospechaban que pudo haber quedado en el auto que manejaba la víctima.

El sujeto reconoció que había comprado el teléfono a un joven de su barrio, El Palomar, al que conoce por su nombre de pila, pero también se defendió indicando que desconocía la procedencia del equipo. Justamente el vendedor es otro de los sospechosos del caso, que tiene orden de captura y permanece prófugo de la justicia.

¿Por qué recuperó su libertad? Pese a que la Fiscalía solicitó su prisión preventiva en orden al delito de encubrimiento agravado por ser el hecho precedente especialmente grave, para el juez de Garantías esa figura legal es excarcelable, así que puede continuar el proceso en libertad. Se espera que en las próximas horas el fiscal Rappazzo apele esa decisión.

En el caso de Palacios, el juez Manso sí concedió la prisión preventiva. Es que, en rigor, está considerado como parte de la banda que asesinó a Lucrecia y que robó del Peugeot e intentó asaltar al otro vecino en Castelar norte. Le imputan en concreto los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada, uno en grado de tentativa, y robo agravado por el uso de arma de fuego, portación Ilegal de arma de guerra y homicidio criminis causae en el caso de Arias.

Según pudo saber Primer Plano Online, las pruebas en contra de este joven de 29 años, que cuenta con antecedentes penales, son contundentes: además del relato de testigos, las antenas del celular que usaba lo ubican en tiempo y espacio en el lugar del crimen de la mujer y en donde después apareció el auto usado por la banda, que fue parcialmente incendiado en el barrio Fuerte Apache. En caso de ser hallado culpable, la pena en expectativa no es otra que perpetua.

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