“Lo único que podemos confirmar es el hallazgo de un cadáver calcinado que todavía no pudo ser identificado. Se están haciendo las medidas de rigor para constatar quién era”.
Un vocero de la investigación en curso, a cargo del fiscal de Homicidios de La Matanza Claudio Fornaro, le confirmó a Primer Plano Online que la Policía encontró el cuerpo de un hombre totalmente quemado en el interior de un auto incendiado. Pero nadie se atreve, hasta el momento, a asegurar quién es.
La principal hipótesis, de todos modos, sigue siendo que se trata de Pedro Méndez, el almacenero de González Catán que es buscado desde el pasado lunes por la noche, martes de madrugada. La familia asegura que el hombre fue llevado cautivo desde su propio domicilio dos horas después de abrirle la puerta a un sujeto que no lograr saber quién es.
“Pedro fue secuestrado en su propio hogar y auto. Pudimos ver cómo le abre la puerta a un hombre que después se convirtió en su secuestrador. Por eso creemos que lo conocía, porque no hacía entrar a nadie a su casa. Eso fue a las 20 del lunes y el martes a las 0.16 vimos salir al tipo encapuchado y rengueando salir de la casa con Pedro en su auto”, describieron los allegados del hombre buscado.
La vivienda de Pedro está ubicada en Llorente al 6900 del barrio Villa Dorrego. Desde entonces su paradero es una verdadera incógnita que no encuentra respuestas y al que el paso de las horas sólo le agrega angustia.
El auto que apareció incendiado y con un cadáver en el baúl
Pasada la medianoche del lunes, el desconocido salió del domicilio a bordo del automóvil Chevrolet Joy oscuro patente AD 769 PN propiedad de Pedro. Lo que no logra visualizarse en la maniobra es su Pedro subió al rodado de su propiedad.
“Cuando los vecinos alertaron de su ausencia porque no abrió el almacén empezaron a llamarlo y desde su WhatsApp contestaron que se había ido porque tenía deudas y pidió que no lo busquen. Eso claramente es mentira: él no se fue, se lo llevaron secuestrado”, completaron desde su entorno familiar.
Lo cierto es que el pasado miércoles por la tarde un llamado al 911 alertó de un auto que se estaba incendiando en una zona de quintas y calles de tierra ubicado en Máximo Herrera y Cañada de Gómez, también de González Catán. El auto era un Prisma, las últimas dos letras de la patente que podían leerse eran PN y en el baúl había un cadáver, ya consumido por las llamas.
Eso es lo que ahora la justicia intenta establecer: si era el cuerpo de Pedro y luego intentar establecer qué fue lo que pasó y quién ejecutó ese sádico crimen.
