Un agente policial perteneciente a la Fuerza Barrial de Aproximación (FBA) de San Martín fue detenido en su casa de la localidad de Mariano Acosta, en Merlo, acusado de haber asesinado a una joven, cuyo cadáver tenía escondido en la pileta de la vivienda.
El caso se descubrió a raíz de que la mamá de la víctima realizó la denuncia por el paradero de la chica, que no respondía las llamadas ni le llegaban los mensajes a su celular. Fuentes de la investigación confirmaron a Primer Plano Online que la clave para detectar lo sucedido la aportó una amiga de la fallecida, que era trabajadora sexual.
“Por suerte le paso el teléfono de su cliente a una amiga. Y así pudimos llegar al domicilio. El imputado se excusó diciendo que no habían llegado a un acuerdo en la tarifa y ella se fue. Pero el celular de ella se apagó a la hora de avisar a su amiga que había llegado a la casa de él. Por eso fue sospechosa su conducta”, precisaron los voceros consultados.
Cómo descubrieron el brutal femicidio
En ese instante, el sujeto fue traslado a la comisaría para avanzar con la investigación. Personal policial informó lo sucedido y la fiscal Silvana Bonini, de la UFI Nº 1 de Morón, notó contradicciones en el relato del agente, por lo que solicitó al juez de Garantías Ricardo Fraga la realización de un allanamiento de urgencia en la vivienda. En ese procedimiento hallaron el cadáver escondido en la pileta de la vivienda.
“Creemos que la causa del deceso fue ahorcamiento, aunque la autopsia será la que lo establezca”, agregaron los voceros. El cuerpo de la joven fue encontrado en la casa del ahora detenido, sobre la calle Las Lilas al 1500, casi esquina Juramento, de la mencionada localidad de Merlo.
La mujer asesinada fue identificada como Antonella Acuña (22), y el acusado del femicidio Agustín Guillermo Benítez (24), perteneciente a la FBA de San Martín, quien estaba desde hace cuatro meses realizando un tratamiento de rehabilitación por su adicción a sustancias problemáticas.
Siempre según las primeras informaciones, el acuerdo para realizar la transacción era por un monto determinado y el cliente ofreció un tercio del dinero acordado, por lo que se produjo una discusión que resultó fatal. Si bien la causa inicial fue por averiguación de paradero, rápidamente viró a homicidio agravado, que tiene una pena en expectativa de perpetua.
