Fin de una etapa dolorosa para la vida de Eric Torales, el joven que fue señalado públicamente como responsable de propagar una enfermedad de la que poco se conocía y que causó conmoción mundial, como fue el Covid-19.
El muchacho enfrentaba cargos por el delito de propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa culposa, agravada por el resultado enfermedad y muerte. En aquella ocasión, marzo de 2020, quedó involucrado en una causa judicial a raíz del contagio de la enfermedad pandémica de varios familiares en esa celebración, hecho por el que luego murió su propio abuelo.
Luego de tres años y medio de cargar con esa acusación en su espalda, el Juzgado en lo Correccional Nº 1 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, a cargo del juez Mariano Almanza, resolvió imponer una probation, es decir, la suspensión del juicio a prueba por el término de un año.
Asimismo, Torales se comprometió a realizar la entrega de insumos al Hospital Zonal Mariano y Luciano de la Vega de Moreno por un monto total de $100.000, a dividir en cinco cuotas mensuales y consecutivas de $20.000 cada una.
Entre otras obligaciones, Torales deberá fijar residencia por el período en que dure la suspensión, someterse al cuidado del Patronato de Liberados de la Delegación que corresponda a su domicilio y presentarse en el Juzgado toda vez que sea requerido.
En conversación con Primer Plano Online, el abogado Guillermo Tiscornia, que defendió a Torales desde el primer momento en el expediente, reflexionó que a su cliente “por haber asistido a la fiesta de quince años de su prima el sistema judicial le cayó con todo el peso de la ley, pese a contra indicios que constituyen prueba negativa y que acreditan que el joven no fue quien importó en virus SARS 2 desde los EEUU y menos que haya sido él quien lo haya propagado en dicho evento festivo”.
Y comparó el tratamiento que tuvo el joven con el que recibió el presidente de la Nación, Alberto Fernández, tras lo que se conoció como la ‘fiesta de Olivos’ por el cumpleaños de su esposa, Fabiola Yañez, también en plena vigencia de las restricciones por la pandemia. “No cabe la menor duda que a este mismo joven alguna autoridad pública debiera pedirle disculpas al haber sido sometido a una brutal estigmatización”, concluyó.