“La situación del barrio es terrible. Yo tengo 65 años, nací acá, y nunca vi algo igual”. Graciela es una de las voces vecinales que anoche participó de una protesta hacia la comisaría 3ª de Castelar sur centro, en lo que fue una manifestación explícita del hartazgo frente al delito.
Familias que habitan la zona enumeran entraderas, escruches, robos en las calles y sustracción de ruedas de vehículos estacionados en las puertas de cada casa, entre varios más. Como sea, prácticamente no queda gente sin haber pasado por un hecho de inseguridad.
“Están pasando cosas increíbles, como víctimas que viven a pocos metros de la comisaría”, se sinceró la mujer en charla con Primer Plano Online. La convocatoria espontánea se organizó a partir de grupos de WhatsApp y terminó con la concentración en las puertas de la comisaría, a donde llegaron cantando “seguridad” y aplaudiendo sus manos.
La charla con autoridades policiales
“Ayer entraron a robar a las 10 de la mañana a la casa de mi tío, que está a media cuadra de la comisaría. Y así en la manzana, sobre Libertador, Davobe, Laferrere, Rosario, Bécquer, Zeballos, Dardo Rocha. No hay zona en donde no hayan robado”, agregó Graciela.
Luego de llegar a las puertas de la seccional fueron recibidos por el comisario a cargo de la dependencia, Diego Meaurio, y por el jefe del Comando de Patrullas de Morón, Mauro Vizgarra. “Nos dijeron que mucho no pueden hacer, y yo terminé interpretando que es un lugar para hacer trámites de oficina”, se sinceró la vecina.

En medio del diálogo, que fue cordial tanto de las personas que manifestaron como de los funcionarios policiales, se escuchó el reclamo para que la Gendarmería tenga más presencia en Morón. Lógico: no es el lugar para obtener respuesta a esa petición. Por eso acordaron volver a juntarse la semana próxima pero también con presencia de representantes de la Secretaria de Seguridad del Municipio. Esperan también que haya participación de la Unidad de Gestión Comunal (UGC) 4 de Castelar, que ayer brilló por su ausencia.
Pese a los esfuerzos de ambos funcionarios policiales por explicar la metodología de trabajo instrumentada en las calles para combatir el delito, los números y demás estadísticas no le importaron mucho a quienes esperaban una respuesta más contundente.
“Son ocho manzanas que rodean a la comisaría en donde necesitamos más seguridad. Después sigan haciendo controles por todos lados, pero garanticen que no nos roben cerca de la sede policial”, completó Graciela, que también cuestionó las pocas cámaras que hay en la zona y la falta de presencia de uniformados recorriendo las cuadrículas.